La participación de los jóvenes en los retos que se viralizan en Internet –como el supuesto juego de la ballena azul, el harlem shake o el ice bucket challenge, entre otros– se debe a que forman parte de su sentido de socialización. Por conducto de ellos buscan la integración con otras personas y tanto hombres como mujeres son susceptibles de realizarlos, señalaron especialistas en redes sociales de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) e Iberoamericana.

En entrevista, coincidieron en que estas tendencias no surgen en Internet, sino son trasladadas desde formas de convivir diarias de los jóvenes.

Óscar Clavellina, académico en la Facultad de Psicología y de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, indicó que también están relacionadas con situaciones mercadológicas, apuntando a la cuestión de estatus, de valentía, elementos que tienen su peculiaridad en el sentimiento gregario y en la configuración de identidad.

Subrayó que más allá de la moda, los adolescentes “desarrollan una individualización muy compleja en la cual parecería que necesitan este sentimiento gregario por naturaleza humana, pero ya no como antaño en el desarrollo de la empatía cara a cara, mediante el lenguaje, saludos y abrazos.

El intermediario son las redes sociales virtuales. Ahí es donde está el peligro, advirtió.

Clavellina añadió que estas tendencias, riesgosas o no, van a seguir existiendo y en el grado en que se involucren los jóvenes dependerá de su sentimiento gregario, qué tan desarrollado esté o no en el mundo real, por lo que subrayó la importancia de la atención de los padres.

Por su parte, Luis Gregorio Sosa Grajales, asesor en temas digitales y redes sociales de la Universidad Iberoamericana, indicó en entrevista aparte que los retos lanzados en Internet son modas y los que representan un riesgo de peligro de vida de la persona son hechos aislados que no son practicados por la mayoría de los jóvenes; sin embargo, atraen atención mediática que los muestra como una tendencia cuando no lo son, como el de la ballena azul.

Indicó que no es la red social o las conductas en línea las que ponen en riesgo a los chavos, sino el mismo historial lo que los acerca a practicar este tipo de conductas peligrosas para su integridad y de la gente que los rodea.

Sosa Grajales agregó que si no existiera lo digital de cualquier forma quienes practican este tipo de conductas en Internet, lo harían en el mundo físico.