Casi 10 años después de la aprobación de la reforma constitucional en materia penal, en México no ha habido mejoras en el sistema de procuración de justicia, en gran medida porque algunos servidores, como policías y agentes del Ministerio Público, siguen realizando un trabajo muy deficiente, afirmaron participantes en los foros de la Consulta Nacional sobre el Modelo de Procuración de Justicia. La tendencia de llevar a los juzgados cualquier conflicto puede generar la saturación del aparato judicial, que no ayuda a las víctimas de un delito, agregaron.

Sergio García Ramírez, ex titular de la Procuraduría General de la República, señaló que en México hace falta un sistema de justicia integral, que trascienda los aspectos penales, y lamentó que la reforma aprobada en 2008 no haya logrado cristalizar. Existe gran frustración al ver que casi 10 años después de anuncios y promesas la justicia penal no mejora, la seguridad pública se empobrece, la corrupción es tan elevada como antes o más que nunca, y la impunidad es prácticamente total, aseveró.

Además de la inadecuada tipificación de delitos y el deficiente sistema carcelario para castigar a los responsables, el jurista dijo que la mayor parte de las desgracias de las que somos testigos y víctimas devienen de una policía insuficiente, incompetente y corrupta, y si eso no se corrige, todo el sistema se derrumba.

El jurista Moisés Moreno Hernández sostuvo que aún no se observan resultados positivos. La delincuencia sigue creciendo, la inseguridad, la impunidad y la corrupción, igual; y los bienes jurídicos todavía no se ven mejor protegidos que antes.

Jorge Antonio Mirón, subprocurador jurídico de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, estimó que en la construcción de una política criminal eficiente es necesario bajarle a la tendencia que convierte en delito prácticamente cualquier conducta, ya que ello contribuye a ponerle una carga excesiva de trabajo a los juzgados.