La nueva ley electoral aprobada por la Asamblea Legislativa capitalina es un paso atrás en la democracia de la Ciudad de México, pues permite que los concejos de las alcaldías puedan ser cooptados por los alcaldes al darles la mayoría de dichos organismos, señalaron constitucionalistas y expertos en procesos electorales.

Aunque, en otra visión, para el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Eduardo López Betancourt la legislación otorga una sobrerrepresentación a los partidos perdedores de la elección, al permitirles tener concejales por vía plurinominal, lo que va contra la decisión del pueblo y limita la actuación del gobernante.

Para el doctor en derecho y experto constitucionalista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Elisur Arteaga Nava, en lo que va a derivar esta legislación es que los alcaldes impongan su voluntad sin ningún tipo de contrapeso, lo que es nocivo para la democracia.

Lo anterior, señaló, contraviene el espíritu de la Constitución local de establecer un sistema democrático puro y eficaz, porque dará la posibilidad, por ejemplo, de que un alcalde que en las urnas alcanzó una votación de 30 por ciento para llegar al puesto, en automático tenga la mayoría de los concejales, es decir, se les está dando un cheque en blanco (a los alcaldes) para que hagan lo quieran, lo que contraviene el sentido democrático de la ciudadanía.

En ese mismo sentido se pronunció la especialista en procesos electorales e investigadora de la UAM María Eugenia Valdés Vega, quien señaló que los habitantes de la ciudad no se merecen estos esperpentos que nos hacen: unas instituciones que finalmente no quedan bien diseñadas.

De entrada, agregó, con esa legislación se elimina la posibilidad de que se pueda vigilar la actuación de los alcaldes y prevalecen los intereses de los partidos políticos, que quieren tener el poder sin contrapesos.

Señaló que al avance que significó la reforma constitucional que dio paso a la Carta Magna local se le impone ahora un retroceso y democraticamente la ciudad queda en desventaja, pero vamos a ver, porque aquí la participación ciudadana es muy importante.

Para López Betancourt, la ley electoral es un gran avance, aunque criticó que se beneficie a grupos minoritarios al otorgarles una participación de 40 por ciento en las concejos de las alcaldías, lo que limita la decisión del pueblo en las urnas y al partido ganador de la elección.

Tiene que respetarse el voto popular porque tienen que ser concejales ajenos (al partido ganador); al contrario, si el pueblo quiere que sea un partido, respetémoslo, me parece que en eso estriba la democracia, manifestó.

En general, señaló, la nueva ley tiene avances importantes, como equidad de género en la formación del Congreso, así como el incremento en las penas a delitos electorales.