Jueves 1º de junio de 2017, p. 35
Pese a haber firmado y ratificado el Convenio Marco para el Control del Tabaco, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el gobierno de México ha dejado de cumplir varios de sus postulados más importantes, lo que hace dudar sobre su verdadera voluntad para limitar el consumo de dicha sustancia
.
Afirmó lo anterior Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Alianza Nacional para el Control del Tabaco, quien advirtió que de esta forma se está dejando crecer un grave problema de salud pública, cuyos efectos podrían limitarse mediante un plan de acción tanto de las autoridades como de la sociedad civil.
El impuesto a los cigarros, sin actualizar desde 2010
Entrevistado en el contexto del Día Mundial sin Tabaco, el activista recordó que el gobierno mexicano ratificó el convenio de la OMS en 2004, pero se ha rezagado
en su cumplimiento efectivo, como comprueba el hecho de que el impuesto de siete pesos que se estableció en 2010 para las cajetillas de cigarros no se ha actualizado de acuerdo con la inflación.
Además, dijo, los pictogramas que se incluyen en los paquetes de cigarrillos únicamente cubren 30 por ciento de la superficie del empaque, cuando el mínimo aceptable es de 50 por ciento, pues según diversos estudios, los consumidores se fijan más en las imágenes que en el texto que advierte sobre las consecuencias negativas del tabaquismo.
De igual manera, señaló, las autoridades nada han hecho para impedir que las marcas de cigarrillos destaquen mediante publicidad encubierta en tiendas, así como en lugares y publicaciones supuestamente reservados para adultos, lo que hace que los menores de edad sigan expuestos a dichos productos e incluso los puedan comprar, aunque esté prohibido.
Tal vez la muestra más clara de que las instituciones del país han fallado en la tarea de erradicar el tabaquismo, dijo Núñez, es que desde el inicio del actual gobierno diversos partidos políticos han presentado al menos seis proyectos legislativos para limitar la venta de cigarrillos, y ninguno ha prosperado.
Es un paso factible, las organizaciones sociales lo apoyaríamos y ninguna fracción legislativa se ha opuesto. Tendría que aprobarse, porque si no, vamos a sospechar que están dejando morir las iniciativas sin razón alguna
, subrayó.
Uno de los factores para ello es la intervención velada de la industria tabacalera, que presiona a los tomadores de decisiones, no para que se opongan a la salud, sino simplemente para que las cosas no sucedan
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