En el sexenio de Calderón, la mayoría de detenidos eran privados de la libertad con esa figura
Entre enero y febrero de este año sólo tres de 86 han sido sujetos a esa medida cautelar
es una figura de la que se abusó, y eso no es lo más grave, sino que surgió un efecto perverso, porque la PGR se confió y hubo casos en los que nadie hizo nada. La imagen, en una casa de detención cautelar ubicada en Doctor Barragán, en la Ciudad de MéxicoFoto Víctor Camacho
Jueves 1º de junio de 2017, p. 17
Desde el inicio de esta administración, los titulares de la Procuraduría General de la República (PGR) han considerado que es necesario hacer cambios a la figura del arraigo para que no sea la única medida que se utilice durante una investigación en curso, y se transforme en herramienta de excepción.
De acuerdo con información de la PGR, durante el gobierno de Felipe Calderón la mayor parte de quienes eran puestos a disposición o detenidos por lo que ahora se denomina Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) eran arraigados. En diciembre de 2006, de 89 detenidos, 42 fueron sujetos a dicha figura; en 2007 mil 50 personas fueron entregadas a la Seido y 703 fueron arraigadas; en 2008, de mil 399 capturados, mil 111 quedaron privados de su libertad legalmente por plazos que podían llegar hasta a 80 días.
En informes otorgados mediante solicitudes de información pública, la PGR refiere que en 2009 la Seido recibió a mil 662 detenidos, de los cuales mil 517 fueron arraigados; en 2010, de mil 814 presuntos delincuentes sujetos a investigación, mil 679 quedaron bajo esa figura; en 2011, de 2 mil 91 se privó de la libertad a mil 933.
En 2012 comenzó a cambiar la situación: de mil 385 capturados, se arraigó a 861; en 2013 fueron mil 445 y se sujetó a dicha figura a 534; en 2014, de mil 694 sólo se aplicó la medida cautelar en 264 casos; en 2015, de mil 598 detenidos se decretó arraigo de 83; en 2016 se sujetó a dicha figura a 25 de 816 detenidos, y entre enero y febrero de este año solamente a tres de 86
En ese contexto, en diciembre de 2012, durante una reunión con legisladores, el ex procurador Jesús Murillo Karam señaló: “el arraigo es una figura de la que se abusó (…) Pero eso no es lo más grave, de esta figura surgió un efecto perverso, porque la PGR se confió y hubo casos en los que nadie hizo nada”.
Por ello, apremió al Congreso a que dotara a la procuraduría de los instrumentos de investigación necesarios para desechar su uso y el de otras medidas cautelares, pero no se han hecho cambios a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada.
Asimismo, su homóloga Arely Gómez González dijo: el arraigo es una medida cautelar que en últimas fechas ha sido sumamente cuestionada, tanto a escala nacional como internacional, debido a que se afirma que su aplicación sistemática contribuye a lesionar derechos fundamentales de los detenidos
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Explicó que durante su gestión el arraigo se redujo considerablemente debido a que se instauró como política institucional, para usarlo solamente en casos estrictamente necesarios
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