Para desazolvar los 12 mil 500 kilómetros de drenaje que hay en la Ciudad de México, longitud equivalente a viajar de aquí a China (12 mil 910 kilómetros), todos los días trabajadores del Sistema de Aguas (Sacmex), con el apoyo de 86 camiones hidroneumáticos (vactor) y malacates mecánicos, extraen de las coladeras cientos de toneladas de basura que las taponan e impiden que fluyan las aguas negras.

El problema es que la basura tapona rejillas, boca de tormenta, así como otros accesorios del drenaje y las obras de las tomas de las presas o plantas de los cárcamos. Nuestro trabajo consiste en liberar de basura todo eso para que las plantas de bombeo funcionen de manera adecuada, y un encharcamiento o inundación pueda ser atendido en plazos perentorios, explicó Ramón Aguirre Díaz, director del Sacmex.

Indicó que en lo que va del año se han extraído 21 mil 30 metros cúbicos de basura y 26 mil 700 metros cúbicos de azolve.

El Sistema de Aguas de la Ciudad de México destinó para este año un presupuesto de 159 millones de pesos para desazolve.

Como parte del mantenimiento se trabaja en la limpieza de 251 mil 44 piezas de coladeras pluviales, pozos de visita y rejillas pluviales, y se interviene en la atención de cárcamos de bombeo de agua residual y pluvial, así como sifones, detallaron Miguel Ricaño y René González, director de fortalecimiento institucional y jefe de oficina de hidromáuticos del Sacmex, en el mismo orden.

Un trabajador saca una lona de una coladera. Abajo, retiro de basura con equipo hidroneumáticoFoto Gabriela Romero Sánchez

Al drenaje llegan hojas de los árboles, bolsas de plástico con basura o animales muertos, lonas y hasta cobijas y colchones, o muebles viejos. Sin embargo, botellas de plástico de todos tamaños y formas son las que más tapan las coladeras, ocasionando encharcamientos o inundaciones.

El titular del Sacmex advirtió que la mayor parte de los problemas que se tiene durante la temporada de lluvias, como la ocurrida el pasado lunes en las delegaciones Coyoacán, Tlalpan y Xochimilco, no se debe a la falta de desazolve, sino a la cantidad de agua que cayó, y estimó que habrá cuando menos otras 10 de gran intensidad.

La precipitación del lunes fue atípica; se hablaba de chubascos. Claro que ante una lluvia de 17 mil millones de litros de agua (98 milímetros), todo lo que se opere es insuficiente, afirmó.