Hace 27 años el Museo Metropolitano de Arte (Met), en Nueva York, montó la magna exposición México: esplendores de 30 siglos. Desde entonces, el afamado recinto no se había ocupado de un tema mexicano y mucho menos del periodo virreinal.

Esa es la trascendencia de Cristóbal de Villalpando: pintor mexicano del barroco, exposición que actualmente se puede visitar en el Palacio de Cultura Citibanamex-Palacio de Iturbide. Será montada con modificaciones en el museo de la Gran Manzana, pues el 25 de julio se abrirá al público.

Esto sucede después de largos años de negociaciones y espera. El problema número uno siempre fue que el Met carecía de un curador de pintura virreinal, entonces no podía recibir una muestra con ese tema.

Si no hay un curador responsable del área, no reciben la exposición, aunque sí tienen una pequeña colección de Iberoamérica virreinal, explica Cándida Fernández, directora de Fomento Cultural Banamex (FCB), cuya relación con el Met se remonta más de una década.

Mejor se expuso pintura virreinal en el Museo del Prado y el Palacio Real de Madrid, gracias a la coyuntura del Bicentenario de la Independencia.

Grandes joyas del barroco mexicano llegó a la sala española de pintura del Museo del Louvre en París. Las autoridades del Met sabían que no estaba bien quedarse fuera de los estudios novohispanos por no tener un curador.

Hace cuatro años el museo nombró a Ronda Kals curadora de arte colonial latinoamericano. De inmediato se puso en contacto con FCB para invitarlos a hacer una exposición de pintura barroca mexicana.

“Exploramos varios temas. Queríamos hacer una panorámica de los autores del siglo XVII, con cerca de 40 obras. Ya teníamos cierto espacio, no obstante después vinieron algunos problemas económicos en el Met y reajustes de calendario. Podían recibir la exposición, pero en un número más acotado, entonces decidimos que lo mejor era concentrarnos en Villalpando. Como ya teníamos trabajado el permiso con la Catedral de Puebla para el préstamo del gran lienzo Moisés y la serpiente de bronce y la Transfiguración de Jesús (1683) –una de sus cinco obras más relevantes–, dijimos a lo mejor van 11 o 12 obras porque ésta vale por 10”, explica Fernández.

En la exposición de Palacio de Iturbide hay varios hallazgos, como un Cristo del Aposentillo, una versión diferente a la que se presentó en 1997/1998 también en ese recinto. Uno se hizo en Estados Unidos y estará en la muestra del Met. Es una adoración de los reyes, de buen formato y gran calidad, que estuvo casi 200 años en la oficina del rector de la Universidad de Fordham, en Nueva York. Desconocían que era un Villalpando.

Cristóbal de Villalpando... concluye el 4 de junio en el recinto Madero 17, Centro Histórico. Entrada gratuita.