Buenos Aires.

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli dijo este jueves que comprobamos que muchos (argentinos) pueden pensar que no hay motivo para hacer fiestas patrias cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado, durante su homilía en el Tedeum en conmemoración del 25 de mayo de 1810, al que asistió el presidente Mauricio Macri y su gabinete. Poli fue más lejos al señalar que el pueblo carece de lo necesario para una vida digna y advirtió que la inequidad genera violencias, lo que contrarió abiertamente el discurso de la llamada revolución de la alegría, que es un slogan de Macri en relación a su gobierno.

No fue una conmemoración del Día de la Revolución común, ya que la Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada (gubernamental) y a una cuadra de la Catedral metropolitana fue totalmente vallada y militarizada. En general este festejo patrio siempre se dio con asistencia de centenares de familias que concurrían y el despliegue del cuerpo de Granaderos a Caballo, creado en honor al libertador de América general José de San Martín.

Desde la asunción de Macri, en diciembre de 2015, se ha convertido en un acto cerrado. El mandatario no pudo ocultar su disgusto ante la homilía, que reclamaba asimismo mirar la realidad donde estamos parados.

Después del Tedeum y en un acto en el Museo del Bicentenario junto a su esposa Juliana Awada y rodeado de sus ministros, Macri ofreció un discurso breve con un mensaje fuerte a los empresarios, jueces y los sindicalistas, y les advirtió que no se crean que son dueños de decir lo que nosotros tenemos que hacer, y expresó que el mundo quiere acompañar a Argentina pero debemos mostrar confianza, credibilidad y previsibilidad.

Añadió que para construir un futuro y progresar los ciudadanos tenemos el poder de ejercer nuestra libertad comparándose de alguna manera con los héroes de mayo de 1810 y reafirmando que vamos por el camino correcto aún después del duro reclamo religioso.

Apoyo del Papa a Milagro Sala

Otro hecho coincidente con la posición del arzobispo Poli, fue la entrega de una carta del papa Francisco dirigida a la dirigente social Milagro Sala, ilegalmente detenida en la provincia de Jujuy, desde enero de 2016 y que junto a otras prisioneras políticas denunciaron malos tratos en la prisión en que están alojadas.

La carta llega después del paso de una Comisión de Trabajo de las Naciones Unidas y cuando sesiona aquí la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y en ella el Papa le manifiesta a Sala: sé que el momento por el que está pasando no es fácil. Me he informado de algunas cosas y comprendo su dolor y su sufrimiento, expresándole su cercanía ante esta situación. La acompaño con mi oración, añade y le desea que todo se resuelva bien y pronto.

No es el primer gesto del pontífice en apoyo de la dirigente social y se suma a los pronunciamientos en reclamo de su inmediata liberación que realizaron distintos organismos internacionales dedicados a la protección de los derechos humanos. Pero también en momentos en que la Corte Suprema de Justicia debe fallar en el caso de Milagro Sala, lo que se ha postergado esperando las conclusiones de la CIDH, que ya ha reclamado el año pasado que la dirigente social sea liberada.

Sala dijo sentirse muy emocionada al recibir la carta, como Mirta Aizama, otra de las presas políticas en Jujuy, que recibió también una carta del papa Francisco.

Precisamente este miércoles, la más dura defensora de los militares juzgados y detenidos por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, Cecilia Pando, defensora del fallo de la Corte Suprema de 2x1, que permitiría a muchos de estos obtener una libertad anticipada llegó al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos con un grupo que la acompañaba para entregar una protesta al ministro Germán Garvano.

En la puerta del edificio se desarrollaba una Asamblea de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) que repudiaba a la paritaria (negociación salarial) del sector que fue firmada por dirigentes de otro gremio, con aumentos muy bajos, los que fueron insultados por el grupo de Pando que los llamaron terroristas y los amenazaron de muerte.

La policía intervino armando un cordón con sus escudos y, reprimió a los trabajadores con palos y gas pimienta, mientras abrían el paso al grupo de Pando. Esto fue tan evidente que los trabajadores que estaban reclamando además por varios despedidos, denunciaron que este actitud nos demostró que la orden fue defender a los que añoran la dictadura criminal, contra nosotros, los obreros, cuyos dirigentes y delegados de aquellos tiempos están todos desaparecidos.

También acusaron al gobierno de Macri de ser responsable de la situación que se está generando en relación con los retrocesos en los derechos humanos. Este es un escenario que se repite cada vez más sistemáticamente en todo el país, dijeron.

Esta es una semana muy compleja, porque hay una serie de denuncias contra el gobierno y su avance para controlar todos los sectores de la justicia. También quedó en evidencia un intento de negociación bajo la mesa con los responsables de la empresa Odebrecht de Brasil, para que le entregara los archivos sobre las denuncias que han tocado a varios figuras de este gobierno, y a cambio permitir nuevo contratos en el país. Esto es ilegal sólo la justicia en este caso una fiscalía puede manejar este tipo de información, por lo cual la oficina de Odebrecht fue allanada aquí por la justicia.