Convencido de la potencia que México podría ser en la lucha libre y grecorromana, Guillermo Díaz, ex atleta olímpico en Barcelona 92 y Atlanta 96, se ha concentrado en recuperar el nivel competitivo de la disciplina tras el bache en el que cayó por más de dos décadas, a pesar de que el deporte ancestral se practica en todo el país.

El bache fue muy grande, ya no había participación ni en campeonatos nacionales, pero eso ya no es lo que importa, sino lo que hay de aquí para adelante. Sabemos que la lucha es un deporte muy tradicional en todo el país; nuestra raza era guerrera, así que podemos ser una gran potencia. Lo que hay que hacer es dar buen término a la formación de las selecciones, asentó Díaz, quien tomó las riendas de la Federación Mexicana de Luchas Asociadas.

Observó que en la lucha, como en muchos deportes en México, hay mucho talento, pero los practicantes que alcanzan los máximos niveles se queda en las etapas juveniles por falta de fogueo que les permita dar el salto a la categoría mayor en el escaparate internacional.

Hemos tenido muchos campeones mundiales juveniles; hace dos meses los muchachos trajeron seis medallas del Panamericano en Brasil, pero debemos evaluar si están para ir al Mundial o si es más conveniente que se preparen en campamentos en Europa, planteó Díaz.

En lo que va de su gestión, se han concentrado 68 luchadores en el Centro de Alto Rendimiento, cuya preparación es costosa, por lo que el dirigente se dijo consciente de la mala economía del país, ante la cual debemos buscar convenios y hacer competencias con otros países que nos ayuden a crecer.