El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, pidió al secretario de Economía federal, Ildefonso Guajardo, que le echara una manita para que se apruebe el aumento al salario mínimo a 92.41 pesos. También solicitó el apoyo de Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), así como de otros dirigentes del sector privado y de sindicatos que acudieron a la toma de protesta de Humberto Lozano como presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco-Servytur).

Quiero aprovechar que están aquí presidentes de varias cámaras, como nuestro amigo Juan Pablo Castañón, del CCE, y volver a hacer este llamado para que juntos, gobierno, empresarios y representantes sindicales, todos en esta fuerza, logremos el incremento del salario mínimo a 92.41 pesos. Sí lo podemos hacer, seguro que con buena voluntad política y un buen enfoque lo vamos a lograr pronto. Y pues de paso le pedimos al secretario de Economía si nos echa una manita por ahí; no estaría mal, querido secretario. Ya platicamos con el secretario del Trabajo (Alfonso Navarrete Prida) y nos dijo que hay buenas posibilidades, pero usted es una pieza importante también en esto, dijo Mancera. Desde el presídum, a unos metros del mandatario capitalino, el secretario de Economía sólo sonrío.

El otro aludido, el dirigente del organismo cúpula del sector privado, rechazó el aumento al minisalario al argumentar que la curva de la inflación todavía va hacia arriba y puede desbocarse si no se controla. Los empresarios están preocupados por eso, dijo, e incluso estimó que en las próximas cuatro o cinco semanas habrá problemas para contenerla, pero confió que durante el segundo semestre comience a bajar para que cierre en 5 por ciento al terminar 2017.

Tenemos que ser muy responsables y encontrar el momento y monto adecuados para aumentar el salario mínimo, puntualizó Castañón, entrevistado sobre la petición de Mancera. De nada serviría, dijo, un crecimiento inesperado y abrupto del consumo si suben los salarios, porque después habrá repercusión en la inflación.

Desestimó que los ajustes a la alza que se han hecho desde la Secretaría de Hacienda hasta calificadoras y bancos en los pronósticos de crecimiento económico de México para este año sirvan para tomar la decisión de aumentar los minisalarios, pues, comentó, sólo indican que vamos en el sentido correcto.

Recordó que en la primera quincena de mayo la inflación llegó a 6.17 por ciento, más del doble respecto del 3 por ciento registrado en mayo pasado. Si llega a 7 u 8 por ciento no sólo afectará el poder adquisitivo de la población, sino también la producción y la inversión, porque el Banco de México tendría que subir nuevamente la tasa de interés.

En otro tema, Mancera dijo que la Ciudad de México va a tener y seguir teniendo su Constitución y consideró paradójico que ésta sea más reconocida en el exterior por organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, y aquí se estén peleando si subsiste o no.