La Junta Directiva (JD) de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), organismo encargado de nombrar a los rectores de la institución, designó el 18 de mayo a Rodolfo René Suárez Molnar en la unidad Cuajimalpa, en unas semanas elegirá al de Azcapotzalco y en julio nombrará al nuevo rector general en sustitución de Salvador Vega y León.

Al órgano, sin embargo, le falta uno de sus integrantes. Para algunos miembros de la comunidad, esto en lugar de dar certe- za respecto de los procesos de designación, enrarece el clima universitario. 

La JD está integrada por nueve miembros honorarios que el Colegio Académico de la UAM –en el que participan autoridades, profesores, alumnos y trabajadores– designa por mayoría de votos.

Entre abril de 2016 y 2017 el Colegio Académico la renovó. Eligió a seis nuevos miembros en sustitución de aquellos que terminaron los periodos para los que habían sido designados o cumplieron 70 años de edad, lo que según la interpretación que se ha hecho de las normas universitarias, los inhabilita para seguir en el cargo. También inició el proceso de sustitución de Enrique de la Garza Toledo, quien en enero pasado dejó de ser integrante del organismo.

En abril pasado, el Consejo Académico celebró una sesión para votar al sustituto de De la Garza Toledo. Hubo dos candidatos al puesto, pero ninguno logró reunir los votos necesarios. Y, de acuerdo con las normas universitarias, el proceso de elección debe rehacerse. 

Académicos de la UAM, entre los que están los integrantes del Observatorio Universitario –colectivo de profesoras y profesores de la universidad–, consideran que es necesario que a la brevedad la JD cuente con todos sus integrantes, para que pueda cumplir cabalmente con la enorme responsabilidad de designar a los rectores. 

De acuerdo con el Observatorio existen las condiciones para que el rector general de la UAM, Salvador Vega y León, convoque ya la próxima reunión del Colegio Académico, en la que se deberá aprobar la convocatoria para la designación del miembro faltante.

Algunas fuentes de la UAM señalan que la sesión referida podría celebrarse en las primeras semanas de junio. 

Por el bien de la universidad, el órgano que nombra a los rectores debe poder realizar sus funciones en las condiciones previstas por la legis- lación, incluyendo su integración completa, sostienen los académicos del Observatorio Universitario.