Miércoles 24 de mayo de 2017, p. 30
Brasilia.
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil despojó ayer al diputado Paulo Maluf, aliado del presidente Michel Temer, de su mandato legislativo y lo condenó a casi ocho años de prisión por lavado de dinero.
El Supremo Tribunal Federal condenó al diputado federal Paulo Maluf por el crimen de lavado de dinero a siete años, nueve meses y 10 días de reclusión en régimen inicial cerrado
, informó la Corte en un comunicado.
En un nuevo capítulo de la saga de corrupción que golpea al país, el STF prohibió al legislador ejercer cargos públicos.
Según expertos, Maluf, de 85 años, podría cumplir la sentencia en prisión domiciliaria.
El ahora ex diputado fue acusado por la fiscalía de blanquear dinero desviado de obras públicas y enviarlo al extranjero a través de operadores del mercado ilegal de cambio
.
El caso contra Maluf, del Partido Progresista (PP, derecha), remite a un esquema de sobornos iniciado en los años 90 en Sao Paulo, de donde fue gobernador.
De acuerdo con el expediente, Maluf ocultó y disimuló el origen de esos recursos mediante un esquema de cuentas en Suiza, Inglaterra e islas Vírgenes.
Otra mala noticia para Temer
En una audiencia anterior, el juez Edson Fachin, quien condenó a Maluf, tiene también en sus manos el caso más explosivo de Brasil: una investigación por corrupción y obstrucción de la justicia contra Michel Temer, grabado por un empresario durante una conversación en la que se mencionan diversos delitos, entre ellos la posible compra del silencio de Eduardo Cunha, artífice de la destitución de Dilma Rousseff.
En otra mala noticia para Temer, fueron arrestados Tadeu Filipelli, asesor de la presidencia, y dos ex gobernadores distritales federales, José Roberto Arruda y Agnelo Queiroz, como parte de una investigación sobre los costos de construcción de un estadio para el Mundial de Futbol de 2014, escándalo para la clase política del país que aumenta la presión contra el mandatario.
La renovación de dicho estadio costó unos 459 mil 380 millones de dólares, según fiscales y la policía. Pero de acuerdo con una corte, el proyecto presentaban sobrecostos.
Frente al Congreso comenzaron a instalar 500 máscaras pintadas de rojo. La de color más intenso representa a Temer. Es una muestra para simbolizar la vergüenza que deberían tener los políticos por los escándalos de corrupción.