La comunidad internacional deploró ayer el atentado perpetrado en Manchester. El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó en los términos más enérgicos el ataque y destacó la necesidad de intensificar los esfuerzos regionales y mundiales para combatir el terrorismo, en una declaración unánime de los 15 países que integran ese organismo.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el papa Francisco se sumaron por separado al nutrido coro de repudio, al igual que naciones como Irán, Turquía, Bolivia, Brasil y Argentina, así como todos los gobiernos de los países que forman la Unión Europea.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de gira por Israel, afirmó que el ataque fue contra niños y ejecutado por perdedores malignos.

Debemos acabar con esta ideología trastornada, y acabar con ella por completo, apuntó el estadunidense.

Rex Tillerson, secretario de Estado estadunidense, sostuvo que la administración de su país trabaja estrechamente con el gobierno británico para investigar el atentado.