Washington.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, pidió en marzo a dos altos funcionarios de inteligencia que lo ayudaran a contrarrestar la investigación de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) sobre los presuntos lazos de su equipo de campaña con Rusia, informó este lunes el Washington Post.

El diario afirma que el mandatario, quien este martes realizaba una visita oficial a Israel, pidió a Mike Rogers, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), y a Dan Coats, director de inteligencia, negar públicamente que existieran pruebas de una conexión entre su equipo y Moscú durante la campaña electoral del año pasado.

Al citar a altos funcionarios de inteligencia actuales y del pasado, el Washington Post precisó que ninguno de los dos hombres respondió a los pedidos de Trump.

El entonces director de la FBI, James Comey, despedido hace dos semanas de manera intempestiva por Trump, sostuvo que sus servicios de inteligencia se interesaron por la presunta injerencia rusa en las elecciones e investigaron hechos que se remontan a junio de 2016.

La semana pasada varios medios estadunidenses señalaron que Trump pidió a Comey, por teléfono y en una reunión, que abandonara la investigación, lo que ha sido negado por la Casa Blanca. Pero esas solicitudes habrían sido consignadas por Comey en informes escritos sobre los encuentros que sostuvo con el presidente.

Horas antes de que se conociera el reporte del Post trascendió que Trump le dijo a Comey en la misma reunión en que le pidió que concluyera su investigación sobre su ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn y la posible interferencia rusa en las elecciones presidenciales, que metiera a periodistas a la cárcel.

El 14 de febrero, durante la reunión en la Oficina Oval, cuando Trump expuso su frustración acerca de las historias periodísticas que detallaban su conversaciones privadas con los presidentes de México y Australia realizadas un mes antes, le advirtió a Comey que tenía que ir tras la fuente de las fugas.

Cuando el ex funcionario trató de explicar que la investigación de las filtraciones es difícil porque generalmente terminan teniendo que amenazar con cárcel a los periodistas, Trump respondió: deberías meterlos a la cárcel, comentó al sitio de CNN una fuente cercana a Comey, que pidió el anonimato.

La Casa Blanca evitó hacer comentarios acerca de las declaraciones del presidente que Comey registró en un memorando que compartió con amigos y ayudantes.

Por lo pronto, medios de prensa indicaron que Flynn invocará su derecho constitucional para evitar testificar ante un panel del Senado que investiga la posible interferencia rusa en los comicios presidenciales de Estados Unidos, informaron medios locales. Además, se supo que el polémico ex funcionario mintió a investigadores del Pentágono sobre ingresos económicos recibidos de la cadena de televisión Russia Today (RT), según una carta divulgada por el congresista demócrata Elijah Cummings, máximo responsable de su partido en el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

Flynn se acogerá a la quinta enmienda constitucional que protege a los ciudadanos estadunidenses del riesgo de incriminarse a sí mismos ante una autoridad judicial o legislativa.

Flynn se vio obligado a renunciar luego de estar sólo unas cuantas semanas en el cargo de asesor de Seguridad Nacional, y es figura clave en las varias investigaciones sobre la presunta injerencia rusa en la campaña electoral.

Los investigadores analizan un viaje de Flynn pagado por Moscú para asistir a una cena de gala en 2015, en la que se sentó con el presidente ruso Vladimir Putin, y sus múltiples comunicaciones con el embajador de Rusia en Estados Unidos, Serguei Kislyak, en diciembre.

Según The New York Times, Flynn recibió 45 mil dólares del canal RT por acudir a la gala y dar un discurso.