obos y Chivas reconfortan. El Rebaño, obligado por historia, tradición y fama está en la gran final; se sobrepuso a lesiones y manejó con maestría su mejor posición en la tabla general. El trabajo de Matías Almeyda fue en ascenso hasta llegar con empates y una buena dosis de suerte a la última instancia, donde cede la etiqueta de favorito al poderoso del norte.

Almeyda dejó para la posteridad aquella frase de creo más en los mexicanos que los mismos mexicanos, y que lo escuchen los dueños que torneo a torneo entran en rebatiña por los jugadores foráneos, o los federativos que implementan normas absurdas como la 10/8 o 9/9. La realidad es que Chivas y Lobos están demostrando que calidad y talento hay de sobra.

Los Diablos Rojos no lograron trascender en el torneo de su centenario, con más pena que gloria superaron a Santos en los cuartos de final, pero el técnico Hernán Cristante nunca pudo descifrar el estilo de un equipo vertiginoso, incómodo, persistente y bien dirigido. La eliminación marcó el adiós de un grande: Sinha.

Lobos BUAP emergió como la Cenicienta que vive un sueño increíble. El plantel y el técnico debutante Rafael Puente júnior cosechan merecidos elogios, juntos escribieron una historia de éxito genuina. Para este timonel y su puñado de talentosos jugadores lo único que hacía falta era una oportunidad, que alguien creyera en ellos.

Los Lobos no perdieron norte ni en el peor momento del trance, cuando caían 0-2 en cancha hostil. Pusieron corazón y garra –muchos huevos–, sintetizó el propio Puente embargado de emoción, para lograr la hazaña y dejar a la franquicia de los Hank con las manos vacías.

Puebla está de fiesta, el martes es el desfile en la angelópolis para aclamar a sus nuevo héroes, sin embargo, es sólo un paréntesis. La afición poblana volverá a la angustia, a mirar semana a semana la tabla de cocientes de su nuevo equipo consentido, porque en el futbol mexicano el que asciende es siempre el más abocado al descenso.

Lo que ocurra con La Franja por ahora es una incógnita. Apenas ascendió la plantilla universitaria empezaron las especulaciones respecto del futuro del equipo de los López Chargoy, cuyos adeudos, en Puebla y en Chiapas, no terminan. Todo, al parecer, depende de los gobiernos y su decisión de apoyar desviando recursos a los morosos.

Tal abuso que hasta ahora se veía como cosa natural, ha empezado a incomodar a los federativos, sobre todo por casos como el de Veracruz. En Chiapas, en Quintana Roo, en Zacatecas, en Tamaulipas, Puebla, Oaxaca y otras entidades, el desvío es de entre 40 y 80 millones de pesos al año de dinero público hacia los equipos de futbol.

En el caso de Chiapas, el gobierno llegó a ser dueño de 51 por ciento del equipo, el riesgo llega al acabar el sexenio, hay cambios que en algunos casos terminan por cerrar el grifo de recursos. Es el caso del Atlante; los Potros no se arraigaron en Cancún y todo indica que Alejandro Burillo se ha decidido por fin a vender su gris franquicia.

Grupo Pachuca, uno de los holdings deportivos más exitosos del futbol mexicano, logró el ascenso a la Liga de Plata con el equipo Coyotes de Tlaxcala, pero está negado a invertir en un estadio que cumpla los requisitos y optó por entrar en un impasse, la liga de Ascenso le guardará su lugar un año, plazo en el que el gobierno estatal deberá adecuar el inmueble.

Ya son muchos los dolores de cabeza que Fidel Kuri Grajales, dueño de los Tiburones Rojos, causa a la Federación Mexicana de Futbol (FMF). El candidato apodado Tibu, quien perdió el cobijo del ex gobernador Javier Duarte, no sale de una sanción cuando ya se ganó otra.

Mientras los federativos se hacen los distraídos, Kuri fue amonestado esta semana por el organismo público local electoral del estado de Veracruz por usar la marca del equipo Tiburones Rojos para hacerse propaganda, acción con la que infringe los artículos cuatro y siete del estatuto social y el código de ética de la FMF, los cuales piden a sus agremiados neutralidad en asuntos políticos y religiosos.

El Tri alista su participación rumbo a la Copa Confederaciones con el amistoso ante Croacia, mientras que Guillermo Ochoa se aferra a Europa, El Piojo hace maletas rumbo al América y no va solo.

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