La compra del voto es un acto perverso que ha permitido que en el estado de México se mantenga el mismo grupo en el poder por casi 90 años, dijo ayer en Metepec el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, de gira por la entidad en compañía de la candidata de su partido al gobierno del estado de México, Delfina Gómez Álvarez.

Asimismo, pidió a ministros de todas las religiones que, como referentes morales de sus comunidades, concienticen sobre la perversidad de este acto (la compra de votos) que atenta contra el bien común.

Sostuvo que ante el avance de Morena en las preferencias electorales mexiquenses, al Partido Revolucionario Institucional (PRI) sólo le queda el fraude o la compra del voto, conductas que combatirá con apoyo de la población.

Señaló que el PRI se ha valido de diversas prácticas, como entrega de despensas, animales de producción y consumo, monederos electrónicos, computadoras, dinero en efectivo, material de construcción y programas sociales. Todo ello a cambio de la credencial de elector y la promesa de votar por el partido que entrega los recursos.

Destacó que la compra del voto ha generado un círculo vicioso que mantiene a la población en pobreza. Esto, además de ser un delito, es un pecado social, por lo que exigió que ya no se siga ofendiendo al pueblo de México ni se continúe traficando con el hambre y la necesidad.

Consideró que de ganar Delfina Gómez la gubernatura mexiquense, se estaría escribiendo el prólogo de la transformación de México, pues sería la antesala de la victoria del proyecto de Morena en 2018.

Asimismo, López Obrador reprochó el derroche de recursos de los gobiernos federales del Partido Acción Nacional y del PRI, que “gastaron miles de millones de pesos en aviones y helicópteros para sus traslados, en lugar de destinar recursos a atender las necesidades de la población.

Si gano la Presidencia claro que no me voy a subir a ese avión que costó más de 7 mil millones de pesos. Me daría vergüenza, dijo.