La crucifixión pública de OHL
o hay en México otra empresa más vilipendiada en años recientes que OHL, presidida por Juan Villar-Mir de Fuentes y dirigida en México por Sergio Hidalgo, a la que se liga con todo tipo de irregularidades en México y en España.
Esta firma, igual que el resto de las grandes constructoras, ha participado en obras de infraestructura en diversas partes del país y ha desarrollado un trabajo de calidad. Cuando menos así lo demuestran las autoridades respectivas, las cuales no se han quejado por fallas en carreteras, puentes y edificios.
Sin embargo, una disputa entre el gobierno del estado de México e Infraiber, compañía que participaría en el control del aforo de vehículos en una autopista desarrollada por OHL, generó a esta última firma una pésima imagen, que no ha logrado resolver durante años. Por esta mala imagen ha tenido que cambiar de agencia de relaciones públicas tres o cuatro veces, pero no le encuentran la cuadratura al círculo y prefieren mantener un silencio sepulcral en lugar de defender a la institución para la cual trabajan, aun cuando un día sí y otro también recibe fuertes críticas.
Lo incomprensible de esa imagen pública negativa de OHL es que, hasta el momento, no se le ha probado nada ilegal. A lo más que se ha llegado es a obligarla a cambiar un registro contable en sus estados financieros, que se hacen públicos mediante la Bolsa Mexicana de Valores, donde en lugar de considerar un ingreso como algo seguro se tiene que registrar como ingreso probable, porque todavía no lo recibe del gobierno.
En cambio, en el caso de Infraiber el problema que tiene con el estado de México no se ha resuelto. Cuenta con demandas en firme y el dueño de esta compañía, que se volvió multimillonario haciendo negocios con el gobierno, no puede pisar tierras mexicanas, porque lo meten a la cárcel.
La paradoja del caso es que ahora piden a OHL que demuestre que no ha entregado recursos a campañas o partidos políticos de manera ilegal, e Infraiber, a la que sí han comprobado acciones irregulares, se mantiene libre de pecado.