Río de Janeiro.

El encarcelado ex presidente de la constructora brasileña Odebrecht, Marcelo Odebrecht, declara a partir de hoy sobre las redes corruptas de esa compañía en México y Perú, informó el diario Estado de Sao Paulo.

Las revelaciones forman parte de acuerdos de cooperación con las fiscalías de ambos países, según ese periódico. Marcelo Odebrecht fue condenado a 19 años de cárcel por corrupción.

El industrial aseguró haber pagado 10.5 millones de dólares en México entre 2010 y 2014, durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Según Estado de Sao Paulo, el empresario mencionó en denuncias previas a Emilio Lozoya, ex presidente de Petróleos Mexicanos. La firma y su filial Braskem tienen proyectos en el sector energético en ese país.

Los escándalos de corrupción de Odebrecht en el continente afectan hasta ahora de modo particular a Perú, donde el ex presidente Alejandro Toledo está actualmente prófugo de la justicia, que lo busca por acusaciones de que fue sobornado por la empresa brasileña con 20 millones de dólares durante su mandato (2001-2006).

Otras acusaciones alcanzan a los gobiernos de Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016). En este último caso, por el supuesto financiamiento ilegal de su campaña electoral.

Odebrecht admitió en diciembre pasado haber pagado 29 millones de dólares en sobornos en Perú entre 2005 y 2014. La constructora más grande de América Latina reconoció el año anterior haber gastado más de 785 millones de dólares desde 2001 para obtener contratos públicos en una docena de países, 10 de ellos de la región.

Las dos compañías mencionadas están envueltas en escándalos de corrupción destapados en el contexto de la operación Lava jato, que empezó hace más tres años con una investigación sobre una red fraudulenta en la petrolera estatal brasileña Petrobras.

Decenas de ejecutivos de Odebrecht se han acogido a la colaboración con la justicia para obtener beneficios en sus juicios, por las llamadas delaciones premiadas. Los fiscales de varios países afectados por la trama corrupta visitaron en meses recientes Brasilia, para impulsar una cooperación con el Ministerio Público (fiscalía) brasileño.

En Sao Paulo, fuentes aseguraron que los bancos brasileños están aumentando la presión sobre el conglomerado Odebrecht SA para que ponga en orden sus asuntos, luego de meses de tratar a la compañía con cuidado por temor a que su colapso pudiera afectar sus balances.

Odebrecht acordó acelerar la oferta de activos como parte de un acuerdo con sus acreedores para permitir que conserve 800 millones de dólares de la venta de su unidad de agua y residuos, suficiente para financiar sus necesidades de efectivo por dos años, según fuentes involucrados en las negociaciones.

El conglomerado también acordó entregar a los acreedores todos los dividendos de la unidad petroquímica Braskem SA y colocar más activos como garantía para los préstamos en renegociación, señalaron las fuentes, las cuales pidieron no ser identificadas porque los términos del trato con los acreedores no se hicieron públicos.

En Lima, el gobierno advirtió que la economía mantuvo en marzo su línea de crecimiento, pero con una expansión leve de 0.5 por ciento, golpeada por los daños del fenómeno El Niño Costero y la suspensión de obras de infraestructura de Odebrecht.