“Volveré con nuevos bríos, fortalecido…”, dice Sergio Bueno, estratega del descendido equipo Jaguares de Chiapas. Aunque admite sentirse dolido, bajoneado y hasta amargado por no haber podido salvar a la franquicia del descenso, asegura que le duele más por la gente de la entidad, por la plaza que pierde la primera división, y por un grupo numeroso de personas que trabaja en torno al club.

“Uno pierde prestigio, imagen… recién terminado el partido dije que estaba pensando en el retiro, pero creo que no va con mi naturaleza. Siempre he buscado salir adelante, ser terco e insistente; es más probable que pronto esté de vuelta”, advierte.

Con un viaje en puerta a Europa para despejar ideas, añade: En este momento estamos viviendo el duelo, pues si te permites quedarte ahí, te vas al naufragio. Lo que ha pasado no es un tema cualquiera, fue un trayecto sinuoso, complicado, donde al final lo único que importa es el resultado último.

Destaca un buen arranque de torneo, no obstante, admite que de la fecha ocho a la 14 nos sumimos en un tobogán, pensamos que era posible salir de él en las últimas tres fechas, pero ya teníamos a los rivales pisándonos los talones. El cierre fue determinante, no hicimos las cosas del todo mal, pero entonces los adversarios traían un impulso que les permitió posicionarse mejor, expone.

Fueron extraños los resultados de Pumas y de Monterrey

Pumas y Monterrey se constituyeron en la tabla de salvación de Veracruz y Morelia. Bueno no se permite acusaciones, aunque analiza: “Eran equipos fuertes, poderosos, y en esos partidos no mostraron el mismo potencial, tuvieron una gran vulnerabilidad, perdieron, y nosotros fuimos terceros afectados.

Pero de ahí a que yo sospeche de cosas (arreglos), no. Simplemente son situaciones que casi no se dan, anormales y sorpresivas... Es futbol y estos resultados aparecen periódicamente, sostiene resignado.

Bueno sólo tiene elogios hacia sus ex dirigidos, aunque en el trayecto salieron a la luz algunos roces que hoy minimiza. En cualquier actividad, en todo grupo, siempre habrá gente que no sienta el mismo grado de compromiso, pero ¡caray!, en general prevaleció la unión.

En octubre de 2016 los jugadores de Jaguares planeaban una protesta por la falta de pago e iban a aprovechar la vista del Atlas con su capitán Rafael Márquez. Sergio Bueno logró sofocar el movimiento, lo que pro- pició el enojo y la salida del uruguayo Egidio Arévalo. Rafael Márquez se molestó tanto que insultó al técnico chiapaneco y lo llamó cagón.

El timonel, quien como futbolista fue gran impulsor de la frustrada Asociación de Jugadores, recientemente tuvo otro roce con Mateus Goncalves, quien lo acusó de haberlo insultado.

“Mi postura en ese sentido jamás ha cambiado, por más que el acto aquel haya sido manipulado al grado de que crean que yo estaba tratando de evitar la consolidación de un movimiento, de una comisión del jugador, ¡al contrario, siempre he sido un tipo que la ha empujado!

“¡Encantado de la vida que Rafael Márquez lo haga!, es más, ya se tardó, no tendría que haber esperado prácticamente al retiro para asumir el liderazgo de una comisión o de un gremio que defienda los intereses del jugador. Tiene que haber gente líder, el caudillo que pueda romper la apatía.

“Fui socio fundador de aquella Asociación de Futbolistas de Javier Aguirre, de Alfredo Tena, en la que también estuvieron Carlos Hermosillo, Manuel Negrete, Miguel España… En cada una de las reuniones yo siempre intenté provocar que se dieran pasos contundentes, pero increíblemente hay mucha resistencia.

“La gente no se quiere comprometer. En esto no debe haber temor a represalias. Hay que ser inteligente para buscar que también el dirigente, el dueño, entienda que el jugador en el fondo tiene razón al defender sus intereses. Que entienda que no se trata de golpear la economía de los clubes ni de los propietarios.

“En aquel tiempo me percaté de que Manuel Negrete y Carlos Hermosillo le quisieron dar la estafeta a un abogado de nombre Jorge Campos, quien no había sido jugador, lo cual estaba prohibido en los estatutos.

“Convocaron a asamblea para modificar estatutos y meter a este abogado, que a partir de ahí se constituyó en nuevo presidente de la asociación. Yo me pasé dos años en juzgados, en el Ministerio Público levantando actas, tratando de diluir esos acuerdos de asamblea, porque tuvieron todos los vicios habidos y por haber.

Fue un momento muy importante de la historia del futbol, en que la apatía también era tema. Si quedé frustrado o no, es lo de menos, pero siempre he tenido voluntad para que las cosas se puedan dar, y pienso que nunca será tarde para hacerlo, refiere.

Sergio Bueno vuelve al tema del descenso: Salí muy afectado en todos sentidos, sin embargo, no le debo nada a nadie. En la vida intento caminar de forma recta, si las cosas salen, qué bueno, y si no, en el intento morí, concluye.