San Cristóbal de Las Casas, Chis.

Los magistrados de la sala regional colegiada mixta del Tribunal Superior de Justicia del estado resolvieron la liberación de la tzotzil Rosa Girón Díaz, encarcelada por su hijo, Hilario Dianey Pérez Girón, para despojarla de su parcela y casa, ubicada en la comunidad de Tzomoltón, municipio de Chalchihuitán, informó ayer la abogada Marcela Fernández Camacho, de la Organización de Defensa de Derechos Humanos de las Mujeres.

En entrevista, manifestó que Girón Díaz, de 60 años, fue liberada el 27 de abril pasado, luego de que los magistrados tomaron en cuenta las irregularidades en la integración del expediente, pues no había elementos para librar orden de aprehensión ni dictar auto de formal prisión por falta de elementos.

Agregó que esos datos fueron tomados en cuenta por los magistrados para revocar el auto de formal prisión en primera instancia del juez Williams Hernández Ovando, con sede en San Cristóbal, y dictar auto de libertad en favor de Rosa Girón.

Manifestó que la mujer, analfabeta y monolingüe, estaba en la cárcel desde el 29 de enero pasado, acusada de asesinar a su esposo, Manuel Pérez, quien falleció en 2008, luego de que en estado de ebriedad bebió una sustancia tóxica llamada gramoxone.

Rosa estaba presa por ser mujer, pobre e indígena que no sabe leer ni escribir, manifestó Fernández Camacho, del equipo interdisciplinario de las universidades de Ciencias y Artes de Chiapas y Complutense de Madrid, que desarrolla un acompañamiento jurídico desde hace ocho años con mujeres en prisión en esta entidad y que asumió este caso.

Recordó que Manuel Pérez –esposo de Rosa Girón y padre de Hilario– murió en 2008. Según la declaración ministerial de Pérez Girón, el día del envenenamiento su padre llegó borracho y pidió comida. Cuando la mujer le dijo que no tenía nada, se puso violento contra ella.

Añadió que esa vez Rosa Girón pidió auxilio y cuando regresó encontró a Manuel vomitando. El hombre le dijo que había ingerido gramoxone, por lo que pidió ayuda a sus hijas para trasladarlo a un hospital de San Cristóbal, donde murió poco después.

Hilario declaró ante un agente del Ministerio Público que la familia estaba consciente de que lo sucedido a su padre había sido un accidente, por lo que pidió que no se le hiciera la necropsia, amparado en usos y costumbres, agregó.

Sin embargo, en febrero de 2016 dos hermanas de Hilario, manipuladas por él, pidieron reabrir el caso, porque en noviembre de 2015 su madre confesó que vació el gramoxone en el pozol de Manuel, por miedo a ser víctima de violencia. Fue así como el 29 de enero pasado fue encarcelada.