Expertos destacaron los retos que representa la estancia humana en el espacio, los desafíos médicos a los que se enfrentan los seres humanos y también las dificultades para realizar procedimientos clínicos en sitios con microgravedad.

En el cuarto foro Hacia nuevos horizontes en la medicina, sobre medicina espacial y ciencias afines, organizado por la Universidad Anáhuac campus norte, Raúl Carrillo Esper, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina del Espacio y Microgravedad, y Jesús Tapia Jurado, presidente de la Academia Mexicana de Cirugía, conversaron sobre los problemas médicos que experimentan los astronautas en las misiones espaciales.

Entre ellos se encuentran traumas menores, quemaduras, mareos, dolores de espalda, enfermedades respiratorias, cefaleas, discapacidad visual, litos (cálculos) renales, alteraciones motosensoriales, masas musculares reducidas en resistencia y capacidad aeróbica disminuida, derivados de estrés, fatiga, depresión, problemas inmunológicos, procesos adaptativos a la microgravedad y exposición a la radiación espacial, temperatura y humedad dentro de la cabina.

Tapia Jurado advirtió que padecimientos comunes que se resuelven con una intervención quirúrgica en el espacio se vuelven mortales debido a las dificultades para realizar estos procedimientos, y añadió el interés del país en contribuir en este campo.

Detalló que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio enumera alrededor de 30 riesgos para la salud asociados a los viajes espaciales y señala que el plan de misión a Marte para 2030 expondrá a los astronautas a mayores y nuevos peligros. Por eso se está trabajando en procedimientos, medicamentos, dispositivos y otras estrategias para mitigar los riesgos.

Francisco Javier Mendieta Jiménez, director general de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), precisó en un videomensaje que ésta, como organismo descentralizado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, tiene entre sus responsabilidades la política pública en materia espacial, para cumplir estrategias y líneas de acción que permitan consolidar la medicina espacial en el país. Insistió en que se impulsa el desarrollo de la medicina espacial y de las ciencias biológicas espaciales.

Tomás Barrientos Forte, director de la Facultad de Ciencias de la Salud de Universidad Anáhuac, resaltó que el país no puede quedarse ajeno a los beneficios que trae el desarrollo de la medicina espacial, y añadió que la AEM ha abierto foros para que los científicos y académicos vinculados a temas del espacio participen en instancias de reflexión sobre el tema.

Carrillo Esper apuntó que en México existe todavía gran rezago en medicina espacial, por lo que fue necesario retomar el tema e iniciar un programa encaminado no sólo a la preparación de médicos en esta disciplina, sino también para fomentar la investigación.

Recordó que la medicina espacial se define como la ciencia médica que estudia los efectos biológicos, fisiológicos y sicológicos que inducen la microgravedad, los vuelos espaciales y la vida en el vacío del espacio profundo.