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Balance de la Jornada

América, ni liguilla ni técnico

Chiapas era el favorito de todos al descenso

L

a noche del sábado fue de locos. América estuvo algunos minutos en la liguilla, parecía que la lógica se imponía, pero los demonios andaban desatados y los Tuzos desplumaron a los de Coapa –hasta sin técnico se quedaron– para hermanarlos en la desgracia con Pumas y Cruz Azul. La Ciudad de México se quedó sin aspirante al título.

En el plantel amarillo, todo indica, fue el efecto Peláez, su humillante despido tocó fibras que desconcertaron, enojaron e indignaron a los jugadores. En América no importa qué tan bien hayas hecho tu trabajo, simplemente cuando caes de la gracia de algún jerarca, te echan a patadas sin más. Eso le quedó claro a todo el plantel.

Y se cumplió aquello de que el que a hierro mata... Peláez le había aplicado la misma dosis a Antonio Mohamed; el Turco hizo campeón al América, pero por discrepancias con el presidente deportivo se tuvo que ir, sabiendo que Gustavo Matosas esperaba ya en el quicio de la puerta.

Ricardo LaVolpe, quien no pudo llevar ningún cetro a la vitrina, se puso digno y siguió la misma ruta que Mohamed, porque la directiva, fiel a sus maneras, ya le tiene sustituto. Miguel Herrera es la manzana de la discordia y debe sentirse como un piojo, tiene dos amos a la vez, debe luchar por el título para Tijuana y, al tiempo, planificar su regreso con las Águilas.

Pero para dramas y malos modos, Chiapas. Los Jaguares eran el candidato de los federativos mexicanos al descenso. Enrique Bonilla, titular de la primera división, ya le había advertido al dueño, Carlos López Chargoy, que debe vender al equipo, y que no tolerarían más situaciones que desprestigian a la Liga Mx, justo cuando planean lucrativos torneos en conjunto con la MLS.

Chiapas, que en su último partido como local tuvo invasión de cancha por su afición, dependía en exceso del dinero gubernamental, y cuando ya no lo tuvo se desplomó. Los López Chargoy, cuyo negocio principal es una constructora, arrastran un historial negativo desde su incursión en el futbol, en 2008.

Salieron de San Luis Potosí por la puerta de atrás, peleados con empresarios locales que ofrecieron financiamiento para retener la franquicia, a cambio exigían cuentas claras, justo lo que López Chargoy rehusa dar, prefirió la opacidad en Chiapas, prebendas a cambio de nada, pero acabó el dispendio estatal y llegaron los retrasos en pagos. El caos.

El otro equipo de los López Chargoy, el Puebla, se tambalea. Terminó en el último lugar de la tabla general y tiene adeudos en el pago de la nómina, sin embargo, está en la entidad que dio origen a la bonanza familiar. Añeja es la historia de amistad y negocios entre los López Chargoy y Enrique Agüera, ex rector de la BUAP, quien, por cierto, encomendó a Carlos en 2012 la construcción del estadio de los Lobos.

La Angelópolis pronto podría tener dos equipos en el máximo circuito, el de la Benemérita Universidad, que Rafael Puente condujo el sábado al título de la Liga de Ascenso, con una planificación fresca e inovadora. El otro sería el Puebla de la franja, que ha vivido una historia de rebatiñas y cuartelazos en años recientes.

Morelia es el claro ejemplo de que los sueños de grandeza obnubilan mentes. Las directivas anhelan importar grandes técnicos y jugadores, y desdeñan a los que tienen a la mano. Fue el caso de Roberto Hernández, quien recibió la oportunidad y demostró su capacidad llevando a buen puerto a los Monarcas.

Grupo Pachuca no pudo impulsar a los cuartos de final a Tuzos ni al León. Mineros quedó eliminado en la liguilla de Ascenso y el diario Récord ventiló que el gobernador Alejandro Tello admitió que el gobierno zacatecano aporta 50 millones de pesos anuales del erario al equipo, cifra que ya no está dispuesto a derrochar.

Los Tigres inyectaron una buena dosis de garra y amor propio, y con goliza despiadada sobre Querétaro se metieron a la fiesta grande. Los cuartos de final aseguraron el clásico tapatío y el clásico regio. Morelia ya cumplió con creces y luce como víctima ante Xolos, mientras que entre los ex hermanos Santos y Diablos, todo puede suceder.