Lunes 8 de mayo de 2017, p. 27
San Cristóbal de
Las Casas, Chis.
El obispo de la diócesis de San Cristóbal, Felipe Arizmendi Esquivel, denunció que sujetos no identificados entraron a la casa para migrantes San Martín de Porres, en esta ciudad, y robaron una computadora con datos de los indocumentados, así como una cámara con sus fotografías y dinero en efectivo.
En un comunicado, explicó que los sujetos allanaron la casa la noche del viernes, y cuando el personal llegó, a las 9 horas del sábado, se percató de que los ladrones habían forzado las puertas y sustraído varios bienes, por lo que interpusieron denuncia ante el Ministerio Público.
Señaló que el pasado viernes, después de una visita pastoral en la misión Santísima Trinidad, atendida por jesuitas y ubicada en la frontera con Tabasco y Guatemala, pasó a la comunidad Emiliano Zapata, donde se instaló otra casa para migrantes, debido a que es una zona por la que muchos de ellos pasan en su camino hacia Palenque.
Subrayó que había migrantes de Honduras –los más numerosos, debido a la pobreza y la inseguridad que padece esa nación.
“Me platicaron que el día anterior un joven de la comunidad Emiliano Zapata los amenazó y les quitó sus pertenencias. Lo comunicaron en el mismo albergue y se ubicó al joven ladrón, quien les regresó lo robado.
Son mexicanos los que asaltan y roban a los migrantes, quienes vienen en condiciones muy precarias y se exponen a todos los peligros con tal de huir de la violencia y la inseguridad que viven en sus países. Es lamentable que en vez de acogerlos como hermanos los asalten y les quiten lo poco que tienen
, dijo.
Recordó que la diócesis de San Cristóbal ha abierto varias casas para migrantes en Palenque, Salto de Agua, Comitán, Frontera Comalapa y San Cristóbal de Las Casas. Además, todas las parroquias por donde pasan les ofrecen distintos servicios.
Son admirables y dignos de elogio todos los mexicanos que les ayudan con alimentos, dinero y servicios. Son la mayoría quienes procuran ayudar. Lamentamos que haya ladrones, sobre todo jóvenes. Es señal de la descomposición de las familias, donde hay un padre alcohólico, irresponsable, ausente, que no sabe educar a los hijos en el respeto, el trabajo y la solidaridad
, reprochó el clérigo.
Ojala que salvemos a las familias y se mantengan unidas, para que los hijos crezcan con sentimientos de amor y servicio a los migrantes y a todos los que sufren
, concluyó.