Llegar a las localidades más alejadas del país les puede llevar varias horas de camino a pie, pues es común que el transporte público no llegue a esas poblaciones. Tampoco cuentan con material ni equipo que les ayude a promover su labor. Pese a ello, recorren las escuelas del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) para promover el arte, la ciencia y el desarrollo comunitario.

Son los jóvenes que integran las caravanas culturales del Conafe, las cuales, a partir de este ciclo 2016-2017, alcanzaron una cobertura nacional. Estamos acostumbrados a usar lo que tenemos a mano. Trabajamos con hojas de árboles, semillas y hasta piedras, porque casi cualquier cosa sirve para echar a volar la imaginación, afirman. Destacan que cada caravana está integrada por dos personas. Van de comunidad en comunidad, donde permanecen dos semanas.

A casi 200 kilómetros de la capital poblana, en el corazón de la sierra Norte de Puebla, San José Tlaola se ubica en medio de cerros verdes, cafetales y platanares. Sus 26 alumnos de prescolar, primaria y secundaria participan, junto con sus padres, en las actividades artísticas y culturales que organizan los caravaneros.

Con sólo una mesa y dos sillas como única escenografía, Manuel, Roberto, Ricardo, Geraldine, Janet, Soledad y Ricardo Abel, de las caravanas culturales, presentan la primera obra de teatro que ha visto la comunidad. Festejan el Día del Niño. Luego vendrán bailes típicos, cantos y juegos tradicionales.

Lo más bonito que nos ha tocado vivir es cuando alumnos y padres se involucran en las actividades. Es un momento de convivencia muy bonito, tanto para ellos como para nosotros, porque una de nuestras tareas centrales es rescatar la cultura de las comunidades y promover el arte y la ciencia, subraya Manuel.

Daniel Ledesma, director de Cultura y Desarrollo Comunitario del Conafe, destacó en entrevista con La Jornada que en el ciclo escolar actual recorren el país 335 caravanas integradas por 670 jóvenes, la mayoría egresados de bachillerato, quienes promueven la lectura, el arte, las artes plásticas, el teatro, la ciencia y la realización de proyectos comunitarios.

Las caravanas, explicó, trabajan con cuatro ejes de intervención: arte y cultura; divulgación científica; tecnologías de la información y la comunicación, y promoción y seguimiento a proyectos comunitarios para el desarrollo social, con lo que se incentiva a la población a realizar algún plan de mejora de su comunidad en un esquema autogestivo.

Destacó que si bien el programa de caravanas culturales se inició en el ciclo escolar 1999-2000, fue hasta el actual periodo escolar cuando se logró tener rutas de intervención en todo el país. Actualmente, continuó, se tiene capacidad para atender a poco más de 5 mil 100 comunidades de las más de 24 mil que atiende el Conafe con servicios de educación básica.

A quienes participan en esa labor, indicó, el consejo les entrega apoyos hasta por 3 mil 800 pesos mensuales y una beca de mil 200 a mil 400 pesos por 30 meses si participan en el programa por un año, con el propósito de que puedan continuar con sus estudios universitarios.

Sin embargo, para Soledad, de 24 años, ser parte de las caravanas culturales ha sido una de las mejores experiencias. Es difícil porque cuando llegas al Conafe no sabes qué esperar. Te mandan a tu ruta, llegas a las comunidades y te tienes que adaptar, pero si lo logras aprendes muchas cosas. En todas partes, por muy lejanas que sean, hay niños y adultos que te esperan con ilusión. Con un poco de imaginación no hay límite en lo que puedes hacer para divulgar el arte, la música y la lectura.