Querétaro, Qro.

Despertó enojado el campeón Tigres, para afianzar su boleto a la liguilla en la última fecha y lo hizo con un zarpazo de autoridad y fiereza. Goleó 5-1, con triplete de André-Pierre Gignac, a unos Gallos que fueron sorprendidos muy temprano y que en el segundo tiempo parecía que se meterían a la pelea. Sólo fue una ilusión, porque en un duelo decisivo los de la UANL no sólo se consolidaron sino además lo hicieron sin titubeos para no depender de ninguna matemática ajena.

Tigres llegó al estadio Corregidora en plan desafiante. Des-de el primer minuto ya no soltó el balón y sólo entendió ir al frente como estrategia. Gignac saltó con hambre de protagionismo, letal y malicioso, para poner pelotas que llevaban veneno y para estar en el lugar adecuado cuando todo el equipo se comprimía ofensivo.

Apenas habían transcurrido cinco minutos y el francés recibió un balón de espaldas al arco, para rematar con media vuelta; le faltó una fracción de tiempo para mejorar la puntería y evitar que el disparo saliera desviado.

Ocho minutos, y entonces sí Gignac fue un francotirador. Entró al área y el defensa deses- perado quiso rechazar, pero de manera tan lamentable que la dirigió hacia donde enfilaba el francés, quien sólo tuvo que barrerse de modo oportuno para conseguir el primero del partido.

Y poco después, al 13, Luis Rodríguez sorprendió al portero de Gallos y a toda la zaga, pues afuera del área pateó al arco y con precisión de bombardero envió la pelota al ángulo para conseguir el segundo de Tigres.

El intermedio sirvió a Gallos para reordenar la cabeza y lustrar los zapatos, lo que dio buenos resultados. Al volver parecía que se metería al partido, con una jugada bien elaborada, con pantalla; fue un engaño que se comió Nahuel Guzmán, para que Camilo Sanvezzo metiera el primero de los del Querétaro.

Pero todo fue una ilusión, porque el campeón demostró su jerarquía y que Gignac estaba inspirado. En el área, el francés envió a nadie, pero era tanta la presión que la pelota estuvo a punto de entrar como autogol por un defensa, pero se salvó el cuadro emplumado.

Y de inmediato, el francés volvió a cazar al portero rival, quien esta vez sí alcanzó a resortear para rechazar el disparo, pero ahora Ismael Sosa apareció en el área para recuperar la pelota, bajarla según el canón y acomodarla para meter el 3-1.

De ahí todo fue un derrumbe de Gallos y al 57 otra vez Gignac recibió un pase filtrado sin marca, con la defensa queretana adelantada, de modo que pudo enfilar y apenas pisó el área apuntó y dio justo en el blanco para el 4-1 al minuto 57.

Neri Cardozo fue entonces el rostro de la desesperación y la frustración, que en un acto gratuito regaló su propia expulsión, por una segunda amarilla.

Y al 77, para cerrar una tarde envidiable para Gignac, Jürgen Damm peleó una pelota que salvó casi en la línea de cal en el fondo, retrasó el pase, que la recibió frente al arco para meter el 5 a 1.

Tigres llegó a 25 puntos para afianzarse en liguilla. Gallos Blancos se quedó con 19 unidades.