Jueves 4 de mayo de 2017, p. 2
Madrid.
La combinación de datos del telescopio de rayos X Chandra, de la Nasa, con observaciones de radio y simulaciones reveló una vasta ola de gas caliente en el cercano cúmulo de galaxias Perseo.
Con una extensión de unos 200 mil años luz, este tsunami cósmico tiene aproximadamente el doble del tamaño de nuestra galaxia de la Vía Láctea.
Los investigadores dicen que la ola se formó hace miles de millones de años, después de que un pequeño grupo de galaxias rozó Perseo y causó que su vasto suministro de gas se deslizara alrededor de un enorme espacio.
Perseo es uno de los cúmulos masivos más cercanos y el más brillante de rayos X, por lo que los datos de Chandra nos proporcionan un detalle incomparable
, señaló Stephen Walker, científico principal en el Goddard Space Flight Center de la Nasa, en Greenbelt, Maryland.
La ola que hemos identificado está asociada con el sobrevuelo de un grupo más pequeño, lo que demuestra que la actividad de fusión que produjo estas estructuras gigantes sigue en curso.
Un artículo que describe los hallazgos aparecerá en la edición de junio de la revista Monthly Notices, de la Real Sociedad Astrónomica, y está disponible en línea.
Los cúmulos de galaxias son las estructuras más grandes unidas por la gravedad en el universo actual. Aproximadamente de 11 millones de años luz de tamaño y situado a unos 240 millones de años luz de distancia, el cúmulo de galaxias de Perseo lleva el nombre de la constelación que lo alberga.
Al igual que todos los cúmulos de galaxias, la mayor parte de su materia observable toma la forma de un gas penetrante que promedia decenas de millones de grados, tan caliente que sólo brilla en los rayos X.
Las observaciones de Chandra han revelado una variedad de estructuras en este gas, desde las vastas burbujas sopladas por el agujero negro supermasivo en la galaxia central del cúmulo, NGC 1275, a una característica enigmática cóncava conocida como la bahía
.
La forma cóncava de la bahía no podría haberse formado a través de burbujas lanzadas por el agujero negro. Las observaciones de radio con el Karl G. Jansky Very Large Array, en Nuevo México, muestran que la estructura de la bahía no produce emisiones, lo contrario de lo que los científicos esperaban para características asociadas con la actividad de ese hoyo. Además, los modelos estándar de gas produjeron estructuras que están en la dirección incorrecta.