Con su inagotable carga de talento y humor Luis María Pescetti se hará presente el próximo fin de semana en el teatro Metropólitan.

El cantor-literato o literato-cantor, de cualquier manera que se le ponga se cumple, ofrecerá su espectáculo en el recinto donde, dice, se cruzan buenos fantasmas.

Laureado con premios como el Grammy Latino y cuatro Gardel, el músico argentino estará acompañado de un ensamble integrado por atrilistas egresados de la escuela Del Rock a la Palabra, que auspicia la Secretaría de Cultura de Ciudad de México, más otros compañeros venidos del Cono Sur, geniales ambos, opina.

El espectáculo sabatino tendrá la particularidad de que el público podrá asistir en traje de noche. No se piense que esto implica ir de smoking ellos y de largo ellas; todo lo contrario, quienes asistan podrán, si así lo desean, vestir sus pijamas.

El anticonvencionalista Pescetti asegura que una forma de integrar a la familia a su espectáculo es creando expectativas como ésta, que puede comenzar desde días antes cuando se comente qué se van a poner para ir al espectáculo; ahí empieza la diversión.

Esta dinámica, de eficacia comprobada, la empleó hace unos años cuando se presentó en el Auditorio Nacional.

Sobre el ensamble, seleccionado por la recientemente fallecida Betsy Pecanins y dirigido por Jorge García, señaló que ya se ha presentado en Zacatecas y Aguascalientes, y que sus integrantes muestran aplomo, pues una cosa es tocar en un bar y otra pararse frente a miles.

A la par del espectáculo, Pescetti presentará su nuevo disco, Queridos, en el que, como en otros, incluye blues, rock, folclor y chistes, a los que hay que captar rápido, pues –dice– si se requiere explicación, se pierde el humor.

El músico admite que el público infantil es noble, pero difícil. Comenta que él capta su atención por el hecho de que no llega a aleccionarlos. Nos chocan los sermones; si un niño no sabe cómo manejarse se angustia. A los pequeños les alivia ver que sus sentimientos son normales.

Actividad primordial

Muchos son los rubros que abarcan los intereses de Pescetti, además de la lectura, actividad que considera primordial. Estás en el teléfono celular y colocan anuncios de todo tipo, pero cuando se lee, se detiene el mundo. Con lo digital, a su juicio, se ha acortado el periodo de atención.

El músico nacido en el poblado de San Jorge, en la región de Santa Fe, hoy ya una ciudad, recuerda que fue repartidor y de ese empleo nació uno de sus libros, Frin, que más de medio año leyó en su programa en Radio UNAM y ahora hace lo mismo por las frecuencias de la W.

El autor se considera lo contrario a erudito. Dice leer novela más que cuentos y a autores como Leonard Cohen, Dario Fo, David Lodge y hace tiempo Woody Allen.

Sobre sus experiencias pasadas considera su paso por la serie del Canal 11 Bizbirije como brillante y gloriosa, pues el programa tenía lenguaje y contenido.

Pescetti dará una plática hoy, a las 17 horas, en la sala Miguel Covarrubias, del Centro Cultura Universitario, en Ciudad Universitaria. La entrada es gratuita.