Las Vegas.

Saúl Canelo Álvarez, todo de negro, con una actitud relajada, como si fuera un día de descanso y no el inicio de la semana final rumbo a su combate contra Julio César Chávez júnior. En contraste clásico, el sinaloense llegó vestido de blanco al hotel MGM Grand de Las Vegas, luciendo muy esbelto, como hacía mucho no se le veía, muy cerca del peso de las 164.5 libras acordado para que esto se hiciera realidad.

Sin cruzarse en ningún momento, ambos peleadores cumplieron con el protocolo de llegada a Las Vegas ante una multitud de aficionados congregados en el hotel MGM Grand para presentarse rumbo a la pelea que sostendrán el sábado 6 de mayo, en la Arena T-Mobile de esa ciudad

El primero en llegar fue Chávez júnior, quien aseguró que ya está a nada de llegar al peso pa- ra este combate. Excederse le costaría una sanción de un millón de dólares por cada libra que se pase.

Dijo que trabajará en estos días para mantenerse dentro del margen que le dio la preparación al cuidado de Ángel Heredia.

Estoy bien, a pocas libras del peso; me siento fuerte, así que espero no tener ningún problema, contó el júnior.

Señaló que la estrategia ya quedó bien definida en los dos meses y medio en los que estuvo concentrado en el Centro Ceremonial Otomí, en el estado de México.

Un día antes de esta llegada, Chávez júnior reconoció que esta pelea tenía un valor singular. Es posiblemente la última gran oportunidad que tenga, admitió.

Minutos después fue el turno de llegada de Saúl Canelo Álvarez, parco pero sonriente agradeció a la multitud que lo ovacionó. El pelirrojo dijo estar orgulloso de que estaría ante su rival como centro de atención durante las celebraciones del 5 de mayo, festividad más importante para los mexicanos en Estados Unidos. Estoy orgulloso de representar a la comunidad mexicana en una fecha tan importante. Un par de mexicanos en el cuadrilátero es sinónimo de guerra y de mi parte les doy la garantía que así será.

Horas más tarde, el portal deportivo ESPN dio a conocer que, en caso de ganar, Canelo no aceptará el cinturón conmemorativo de arte huichol que encargó el Consejo Mundial de Boxeo.

Aunque ya se había adelantado la posibilidad, pues Canelo renunció al título en peso mediano de ese organismo en mayo de 2016, porque –según argumentó– fue presionado a negociar para pelear contra el kazajo Gennady Golovkin. Esta vez, dijo que no aceptaría el cinturón porque –según ESPN– no quiere que se involucre el organismo en una pelea en la que no hay un campeonato en disputa, además de que considera que hay intereses detrás de esa faja. Aclaró que no es un rechazo al arte indígena y que el día de la pelea llevará motivos huicholes en su atuendo.