Migrantes deportados pudieron ver a sus hijos un momento en la frontera entre Tijuana y San Diego
Obligados a vivir separados, unos en México y otros en el vecino del norte, no habían podido abrazarse desde hace años
Martes 2 de mayo de 2017, p. 35
Tijuana.
Seis familias tuvieron ayer la oportunidad de abrazarse y compartir unos minutos en la frontera entre México y Estados Unidos, gracias a la apertura de las puertas del muro que separa las ciudades de Tijuana y San Diego.
Las puertas de la valla metálica que se encuentra en el Parque de la Amistad se abrieron para que familias de migrantes, algunas de ellas divididas por la deportación, pudieran saludarse, en una iniciativa en la que participan organizaciones civiles como Ángeles de la Frontera.
En 2016 se había realizado un acto similar. En esta ocasión se eligió hacerlo con motivo de la celebración del Día del Niño en México. Por primera vez se vivió incertidumbre sobre la realización de esta apertura de puertas ante las constantes declaraciones del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la inmigración ilegal.
Algunas familias no tenían la oportunidad de rencontrarse desde hace años.
Según datos de la dependencia de Atención al Migrante del municipio de Tijuana, tan sólo en 2016 fueron deportadas por esta ciudad más de 34 mil personas.