La expansión de cárteles en la entidad, una de las causas
Martes 2 de mayo de 2017, p. 9
Nuevo León ocupa el cuarto lugar en número de personas desaparecidas, con un total de 2 mil 339, y se ubica en el segundo sitio a escala nacional en el número de fosas clandestinas encontradas en la entidad, con un total de 116, sólo superada por el estado de México, destacó en el Senado Consuelo Morales Elizondo, directora y fundadora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (Cadhac).
Al presentar el informe Desaparecidos en Nuevo León, desde la mirada de Cadhac, la también religiosa destacó que el registro de personas extraviadas o desaparecidas
se disparó en esa entidad a partir de 2007 –el número de víctimas aumentó 10 veces comparado con 2006–, y alcanzó su punto máximo en 2011, en que creció 94 veces comparado con 2006, y aunque empezó a descender en 2012, todavía en 2016 mantuvo cifras similares a las de 2009 (128)
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Morales Elizondo indicó que a partir de 2007 en Nuevo León se empezó a registrar un incremento acelerado de personas desaparecidas, tan sólo de 2006 a 2010 el fenómeno se multiplicó 94.4 veces, ya que hasta el 31 de julio seguía creciendo 15 veces más de lo que era en 2006.
La explicación de las desapariciones a partir de 2007 exige incluir, por lo menos, los siguientes cambios verificados en el contexto: la rápida e inédita militarización del país por decisión gubernamental, la súbita escalada de violencia, la multiplicación y expansión de los cárteles del narcotráfico y la penetración de la delincuencia en las instituciones públicas.
Detalló: el mayor número de personas extraviadas o desaparecidas
se concentra en los municipios aledaños a Monterrey, pero si se revisa la tasa de incidencia del problema por cada 100 mil habitantes, los resultados revelan otra realidad: esto afectó de manera fuerte a los municipios de la zona rural
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En ese contexto, apuntó: ahí están los casos de General Bravo, China, Los Herrera, Los Ramones, Melchor Ocampo, Geral Terán, Doctor Coss, Cerralvo, Los Aldama y General Treviño
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El estudio del caso refiere que las personas desaparecidas o no localizadas tenían entre 18 y 40 años de edad, en ese rango se concentra 60 por ciento. Hace notar que al diferenciar por sexo, resulta que 65 por ciento de las mujeres tenían entre 11 y 30 años, mientras 60 por ciento de los hombres tenían entre 18 y 40 años.
El informe, del que dio cuenta en el Senado la religiosa, subraya que es un hecho que el incremento de la desaparición de personas en México ha ocurrido en un contexto marcado por una escalada de violencia criminal y de una respuesta gubernamental de carácter militar
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Morales Elizondo recordó que los patrullajes militares se iniciaron en Monterrey en 2007. Añadió que la participación de marinos y policías municipales en las desapariciones de personas ha quedado documentada en las recomendaciones que han emitido las comisiones Nacional y estatal de los Derechos Humanos.