En un par de sesiones dedicadas ayer a los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, impulsados desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente Enrique Peña Nieto alertó: ‘‘Atravesamos por un periodo de incertidumbre global’’ y no sólo existe el riesgo de incumplir, sino de abandonar algunos de los compromisos más importantes de aquella.

En dos distintos espacios de Palacio Nacional, el mandatario ubicó los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) como la ‘‘hoja de ruta’’ para avanzar hacia sociedades más justas, prósperas e incluyentes, y con un crecimiento económico sustentable. La región latinoamericana debe construir una visión propia para instrumentar la Agenda 2030.

‘‘Debemos hacerlo porque, no obstante los esfuerzos realizados, nuestra región sigue siendo la más desigual en el mundo. La pobreza, la injusticia y la discriminación todavía son realidades lacerantes en nuestras sociedades’’, asumió Peña Nieto.

Llamó entonces a los países de la región para hacer prevalecer la unidad, la cooperación e integración ‘‘para privilegiar la concertación multilateral como signo de nuestra responsabilidad global’’, pues esa actitud es además ‘‘el mayor blindaje para la Agenda 2030’’, y asegurar su permanencia y evolución ‘‘por encima de calendarios electorales y de ciclos de gobierno’’.

En un primer acto, ante gobernadores, representantes del Poder Legislativo, la academia y organizaciones de la sociedad civil, instaló el Consejo Nacional de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Se trata, dijo, de una instancia para incorporar diferentes visiones en favor de una causa común: sentar las bases del futuro al que aspiramos. Reafirmó entonces las metas de la Agenda 2030:

Que nadie pase hambre y que ningún menor de cinco años padezca desnutrición; eliminar la pobreza extrema; dar acceso equitativo a todos los niveles educativos, y eliminar cualquier forma de violencia contra niñas y mujeres.

Ese conjunto de objetivos incluye que todos puedan disponer de una vivienda digna y con servicios de agua potable, energías limpias e infraestructura sostenible y de calidad; protección a derechos laborales; impulsar el desarrollo económico y social; conservar la biodiversidad e incrementar la resiliencia ante el cambio climático y los desastres naturales.

‘‘Todo ello es posible, pero hay que decirlo, no está garantizado’’. No se parte de cero y si bien –reiteró– México y el mundo no se construyen en un día, ni se puede aspirar a tener un estadio de perfección en un momento dado, en el país debe mantenerse el rumbo y la dirección ‘‘como hasta ahora ha venido ocurriendo, que permita realmente’’ alcanzar los objetivos.

Así, y para dar continuidad y permanencia a los esfuerzos de cumplimiento a esas directrices internacionales, anunció medidas específicas en el Presupuesto 2018 hacia los ODS y una propuesta de modificación a la Ley Nacional de Planeación para incorporar los 17 objetivos de aquella. Además, indicó, ya está en operación la plataforma electrónica de seguimiento: agenda2030.mx.

Más adelante, en el Salón Tesorería, el presidente Peña inauguró la primera reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible.

Fue coincidente con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre la existencia de un periodo de incertidumbre y cambios drásticos en los ámbitos económico, social y político ,‘‘que amenazan el avance de nuestras naciones’’.