Zazhil cumple 35 años de hacer son mexicano fusión.

Mostrará su estética, mezcla a manera de antología, el 12 de mayo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

En 1981 surgió con el objetivo de aprender y difundir el son mexicano tradicional.

Su veta es y ha sido el son indígena y mestizo; las danzas, los minuetes, las polkas, la canción ranchera y los sones de mariachi, nayaritas y veracruzanos, así como una inmensa variedad de expresiones musicales tradicionales provenientes de todas las regiones de nuestro país.

Sin embargo, gran esencia para la creación de sus cocteles son los sonidos urbanos.

Los integrantes, conocedores y ejecutantes de jazz, blues, rock, música afroantillana o flamenco, buscaron un sonido propio que mostrara la convivencia entre lo urbano y lo rural, lo cual dio origen a su propuesta denominada: son mexicano fusión.

Desde los inicios del grupo, sus integrantes han viajado por el país para aprender de los maestros: músicos campesinos, que nos han permeado. La fusión surgió por necesidad, al trabajar en géneros como el jazz, flamenco, rock, cumbia... que al final mezclamos con las músicas tradicionales, aseguran.

El próximo concierto reflejará ese camino de lo urbano con lo rural. Son mexicano fusión es lo que hacemos, comentaron este miércoles al anunciar Zazhil 35 años, fusionando el son, como titularon su actuación del Teatro de la Ciudad.

La banda considera que la música se transforma constantemente, incluso entre los ejecutantes tradicionales, pero lo importante es acercarse a los maestros del son y aprender de ellos para no perder la esencia de su legado.

En su propuesta hay “blues ranchero, huapango flamenco, son jarocho new age, son nayarita rock, una tema rarámuri con jazz y un son tixtleco con ritmo africano, entre otros.

Zazhil empezó a hacer musica tradicional con maestros campesinos e indígenas, pero siempre coqueteando con la sonoridad de Ciudad de México. Nunca tuvimos como propósito hacer fusión. Todo vino de forma natural, ni por moda ni por nada, porque trabajábamos en esos géneros por necesidad de trabajo, revelan.

Compromiso con la raíz

En la presentación, señalan, mostrarán su visión del son contemporáneo, en el que se pueden escuchar flautas indígenas, percusiones tradicionales, jaranas huasteca y veracruzana, vihuelas, arpas... pero también los sonidos del bajo y la guitarra eléctricos, o el sintetizador y saxofón, entre otros.

Es un gusto hacer música tradicional, porque implica compromiso con la raíz, que nos da identidad, insisten.

Recomiendan a los que se aventuran a crear sonoridades fusionadas: Los jóvenes que hacen fusión tienen que respetar normas y ritmos de los músicos tradicionales. Es fundamental que antes aprendan con los maestros tradicionales. Si no, sólo harán caricaturas (de canciones). Se pone en juego la deformación de los estilos de los músicos campesinos. Para dar una probada de eso, en el concierto ejecutaremos algunas canciones antiguas.

Zazhil, que significa amanecer en lengua maya, es para nosotros un nombre combativo que le pone un sonido diferente a la música mexicana.

Esta banda se cacateriza por tener la hermosa terquedad de proponerle algo nuevo al son. Esa necedad es lo que verán en el Teatro de la Ciudad.

Zazhil, en la que han participado unos 20 miembros que han hecho más de 16 discos, es una laboratorio de investigación que muta sonidos y los traduce a su modo.

El grupo está integrado por Sergio Gelista, Efrén Vargas, Adrián Molina, Ramón Sánchez, Víctor López, Enrique Hernández y Alejandro Montaño.

Zazhil 35 años, fusionando el son se presentará el 12 de mayo a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad, localizado en Donceles 36, colonia Centro Histórico, cerca del Metro Allende.