Hizo más vulnerable la economía y no se tradujo en mayor crecimiento: Moody’s Analytics
Jueves 27 de abril de 2017, p. 22
El exceso de gasto del gobierno federal en los pasados cuatro años aumentó los desequilibrios fiscales y externo del país, hizo más vulnerable la economía y no se tradujo en un mayor crecimiento, aseguró este miércoles Moody’s Analytics.
En el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que comenzó en diciembre de 2012, se han ampliado de manera importante
los déficits fiscal –el gobierno gasta más de lo que ingresa– y de la cuenta corriente de la balanza de pagos, que mide las transacciones financieras de los sectores público y privado con el exterior, expuso Alfredo Coutiño, director para América Latina de la firma de análisis.
En particular, dijo, el desequilibrio de la cuenta corriente se duplicó en los pasados cuatro años. Pasó de representar 1.4 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2012 a 2.7 por ciento en 2016. En tanto, el déficit fiscal subió de 2.6 por ciento del PIB en 2012 a 3.4 por ciento en 2015 y 2.5 por ciento en 2016.
“El déficit ex
La cuenta corriente, explicó, no es más que el resultado de las decisiones de ahorro o gasto en la economía tomadas tanto por el sector público como el privado. Un desequilibrio en las cuentas externas refleja un exceso de gasto del gobierno, del secto privado o de ambos.
La ampliación de los desequilibrios macroeconómicos del país en los pasados cuatro años es resultado de las deliberadas políticas expansivas. Éstas se han reflejado en una ampliación del déficit fiscal, creciente deuda pública, aumento del desequilibrio externo y, apuntó, más recientemente inflación al alza.
“Dado que la reforma fiscal de principios del gobierno aumentó los ingresos públicos, el desbalance fiscal se explica por una expansión del gasto. Esto no es una sorpresa, puesto que desde 2014 se tomó la decisión de incurrir en déficits fiscales multianuales, a los cuales se unió una política monetaria expansiva –reflejada en bajas tasas de interés de referencia. Así, la expansión del presupuesto público, combinada con una mayor y más barata oferta crediticia impulsaron el gasto interno en la economía”, explicó.
Desafortunadamente, dijo, la expansión del gasto no se reflejó en mayor crecimiento, debido a la limitada capacidad productiva de la economía. Dada la anemia de inversión productiva en el país, el crecimiento potencial del PIB se encuentra limitado a no más de 2.3 por ciento al año. Por ello, explicó, cualquier exceso de gasto tiende a acomodarse en inflación o importaciones, dos síntomas presentes en la realidad actual del país.
La corrección de la vulnerabilidad externa del país tiene dos componentes. Uno, a través de precios y el otro en cantidad. El ajuste en precios ya se manifiesta en la significativa depreciación cambiaria que encarece las importaciones y abarata las exportaciones, mejorando la balanza comercial. El ajuste se da por medio del gasto. Es decir, la corrección estructural o de fondo está en el regreso a la disciplina fiscal, la cual de ser permanente ajustaría los niveles de gasto público a la capacidad de recaudación del propio gobierno
, detalló.
El país, expuso, generó sus propias debilidades a través de la falta de disciplina de sus políticas económicas.