El debilitamiento del cártel de Sinaloa ha traído como consecuencia la expansión de la violencia, porque otros grupos criminales buscan apoderarse de sus mercados, y ello ha generado un incremento en los índices de homicidios dolosos, señaló Renato Sales Heredia, titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

En entrevista con La Jornada refiere este aumento en los indicadores, “que nada tiene que ver con el repunte que se vivió entre 2007 y 2012, donde vemos cómo se movió la cifra de 8 a 24 homicidios por cada 100 mil habitantes; ahorita estamos en 17 por cada 100 mil habitantes, y ello no significa que no estemos combatiendo la incidencia. La intención es que nunca se tenga un incremento como el que se vivió en ese periodo.

–¿En aquel periodo qué generó esa incidencia?

–Muchos factores que había que atender; uno de ellos fue la traición de este cártel delictivo, terrible, Los Zetas; otro fue la declaración de guerra, que es absolutamente ineficiente para atender un tema delincuencial. A los delincuentes hay que investigarlos, consignarlos, procesarlos y sentenciarlos, no son enemigos.

“El tercer factor (generador de violencia) es esta inclusión de ciertas sustancias sicoactivas (para producir drogas), y el comercio de drogas puede considerarse un mercado salvaje.

“No es que hayan surgido nuevos grupos; hay un fraccionamiento de los cárteles, y el debilitamiento del de Sinaloa, básicamente, ha propiciado que otros pretendan ocupar los espacios vacíos.

“Algo que está haciendo muchísimo daño a nuestra sociedad es el consumo de cristal, que es una droga peligrosísima, que se hace con raticida y otros componentes que se utilizan para elaborar la piedra de cristal; además de la efedrina, es ácido muriático, el ácido (de) las baterías de coche, sosa cáustica y ácido clorhídrico. Esa droga está llena de impurezas, como acetato de plomo y mercurio, que pueden llevar envenenamiento por metales pesados.

“Si un muchacho consume esto, en tres años se le cocina el cerebro, se hace pedazos. Este tipo de droga la venden muy barata y, en particular, uno de los cárteles. En los mercados se están sustituyendo la mariguana y la cocaína por drogas sintéticas.

Entonces, esto ha convertido el comercio de la droga en mercados salvajes. Esto es a lo que nos enfrentamos, y no podemos echarle gasolina al fuego; es decir, no podemos patear el avispero, tenemos que atender este tema con presión y con inteligencia.

El comisionado confió en que en los próximos meses empiece a notarse de nuevo la disminución de la incidencia en el número de homicidios dolosos.