Vivimos un cambio de época, determinada porque el poder no está más en manos de los políticos, sino del capital financiero global, que impone su ley sobre las naciones, la sociedades, las economías y las vidas.

Ese fue el tema sobre el que ayer profundizó el historiador Adolfo Gilly, durante la presentación del libro El tiempo del despojo, del cual es coautor al lado de Rhina Roux, en la jornada inaugural de la novena edición de la Feria del Libro y la Rosa, organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El colaborador de La Jornada, periodista y catedrático universitario precisó que ese volumen, publicado por Ítaca, más que profundizar en maneras de organización para hacer frente a esta nueva realidad, es una disección del mundo contemporáneo.

Es otro mundo, donde todo el mundo es capitalista, donde ya no hay el porvenir socialista, destacó el reconocido intelectual, quien a lo largo de media hora argumentó cómo el poder está ahora en manos de los dueños de las finanzas, del gran dinero, en todas las regiones del orbe.

No decide más el mando político, ahora está subordinado a un mando que no está en discusión, que es el de las finanzas. El mundo es capitalista y dominado por los dueños del capital, explicó.

“Todos los países que se decían socialistas son ahora estados capitalistas donde domina el capital financiero y los dueños de éste (…) Rusia, China, Vietnam, India, Indonesia, Cuba, toda América Latina y el resto del mundo están bajo las tomas de decisión del capital financiero que negocia con los gobiernos.”

Explicó que este cambio en el poder no es de ahora, sino un proceso que viene desde los años 70 y 80 del siglo pasado, y afirmó que si lo que queda de lo que se llamaba izquierda no razona sobre ese hecho, lo único que le restará es soñar con gobiernos menos peores.

El historiador precisó que este cambio está sustentado en una inmensa revolución tecnológica, la cual no es tomada en cuenta por las viejas corrientes que vienen de la izquierda.

Más allá de políticas neoliberales

De acuerdo con Adolfo Gilly, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es el ejemplo claro del cambio de época, pues ningún gobernante había procedido antes como él, al ejercer el poder como representante del capital y no como político.

Él y su equipo están negociando, no bajo la forma de la política, sino de la empresa, destacó, y se preguntó de qué manera la humanidad podrá resistir al embate en el que el capital busca apropiarse de toda fuente de producción de riqueza.

Tras hacer un repaso por las diferentes revoluciones tecnológicas que ha experimentado la humanidad, desde el vapor hasta la electricidad, el historiador señaló que las nuevas tecnolo-gías pueden servir a nuestra especie para el disfrute, pero también para la destrucción.

El libro El tiempo del despojo propone, apuntó, tomar en cuenta el cambio histórico que experimenta el mundo contemporáneo, un viraje que es permitido por la digitalización y el cual debemos pensarlo para nosotros, no para la producción ni para los seres que dicen que representan el poder.

Estamos ante el panorama espantoso de la destrucción de la naturaleza, de nuestra casa común y de quienes vivimos y trabajamos en ella, añadió.

Por su parte, la politóloga Rhina Roux comentó que el libro está integrado por siete ensayos en los que se abordan los nuevos procesos a escalas global y de México.

Una de las intenciones es proponer una reflexión teórica yendo más allá de la visión que interpreta al mundo actual simplemente en términos de modelo económico o políticas públicas llamadas neoliberales, acotó.

Exponemos lo que encontramos como tendencias que nos permitan pensar nuevos tiempos, tendencias que comienzan a dibujarse en los años 80, con crisis y restructuraciones y que se abren como una gran ofensiva contra el trabajo.