Los gobiernos de la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Paraguay, Perú y Uruguay condenaron ayer la violencia desencadenada en Venezuela y lamentaron la pérdida de más vidas en el contexto de las movilizaciones efectuadas el miércoles.

En un comunicado, se sumaron a la declaración formulada por el secretario general de las Naciones Unidas en la que apremia a la adopción de medidas concretas de todas las partes para reducir la polarización y crear las condiciones necesarias para enfrentar los desafíos del país en beneficio del pueblo.

Ratificaron que es urgente que las autoridades venezolanas adopten medidas para asegurar los derechos fundamentales y preservar la paz social.

Los nueve gobiernos latinoamericanos insistieron también en que es imperativo que Venezuela retome la senda de la institucionalidad democrática y que su gobierno fije las fechas para el cumplimiento del cronograma electoral, libere a los políticos presos y garantice la separación de los poderes constitucionales.