La aparición con vida del luchador social Hugo Castro, quien permaneció desaparecido durante seis días, estuvo rodeada de circunstancias raras y sospechosas, y pudo deberse a que el gobierno mexicano quiso evitar un roce con el estadunidense, pues el activista agredido tiene la nacionalidad de ambos países.

Así lo afirmó Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, quien ayer ofreció una rueda de prensa para explicar de qué forma él y la novia de Castro, Gabriela Cortés, fueron notificados sobre el hallazgo del integrante de la organización civil Ángeles de la Frontera.

Como ya había adelantado La Jornada en su edición de ayer, la Procuraduría General de la República (PGR) avisó el pasado martes al amigo y a la pareja sentimental del luchador social que éste había sido encontrado en el estado de México, luego de que desapareciera el pasado 12 de abril, cuando se dirigía a Chiapas.

De acuerdo con Metelus, luego de bajarse del autobús en el que viajaba y haber denunciado a través de Facebook que se sentía perseguido, Hugo tomó un taxi que lo llevó a las inmediaciones del Metro Aquiles Serdán. Su objetivo era tomar después otro camión de pasajeros que lo llevara finalmente a Chiapas, para participar en una caravana de migrantes.

Denuncia ante la PGR

Luego de perder el rastro de su pareja, Gabriela Cortés denunció lo ocurrido ante la PGR. El martes pasado la citaron para explicarle los avances en la investigación y mostrarle los videos de las cámaras de vigilancia de la zona donde Castro había desaparecido.

Aunque en un principio le dijeron que la llevarían a practicarle unos exámenes sicológicos, agentes de la PGR trasladaron a Cortés a Tlalnepantla y le anunciaron de improviso que ya habían encontrado al luchador social, quien fue llevado a un hospital de la Cruz Roja en dicho municipio mexiquense.

Hay algo muy raro, porque al parecer Hugo ya había llegado a ese hospital un día antes, pero no recibió atención. Hay muchas contradicciones y cosas sospechosas, porque se supone que lo estaban buscando desde hace cinco días y de repente lo encuentran, destacó Metelus.

Mi hipótesis es que (el gobierno de México) no quiere entrar en conflicto con Estados Unidos, y entonces lo dejaron vivo para fingir que en este país hay democracia y protección para los defensores de derechos humanos, añadió.