El ciclo de exposiciones más reciente abierto en la Casa del Lago refleja desde distintas ópticas las líneas programáticas investigadas desde hace cuatro años en términos de artes visuales. Esto es, poner sobre la mesa temáticas, fenómenos y circunstancias que resultan relevantes y cruciales en el tejido social contemporáneo, expresó Víctor Palacios, jefe de artes visuales del recinto universitario, en rueda de prensa.

Una de esas temáticas, la cual se ha repetido por su relevancia, es la de la producción de consumo de alimentos. El presente ciclo, entonces, trata –por tercera ocasión– el tema por medio de dos muestras colectivas y dos individuales.

Para Tlaxotlali: alternancia de ciclos, agricultura y producción de alimentos, la curadora Josefina Ortega convocó a cinco artistas –Marcos Castro, Dulce Chacón, Ariel Guzik, María José de la Macorra y Oswaldo Ruiz– de distintas generaciones a hacer piezas nuevas –dibujo, videoinstalación, fotografía y escultura– a partir de una reflexión en torno a distintos métodos de cultivo en diferentes culturas prehispánicas.

Es decir, repensar las maneras de producción de alimentos que tenían los mesoamericanos, pero con mucho más simpatía ambiental. Ortega insistió en que las propuestas no fueran literales ni básicas.

El resultado fueron aproximaciones muy particulares y subjetivas de cada artista en las que se reflexiona no sólo sobre las prácticas de agricultura mesoamericana, sino también sobre la perspectiva en la cosmogonía indígena de la alternancia de ciclos.

Tlaxotlali, continuó Ortega, es un vocablo náhuatl que significa barbecho, es decir, ese momento en que se da una pausa y se espera que la tierra se genere. De esta manera la exposición es un posicionamiento político.

La segunda exposición colectiva, Mexibility: estamos en la ciudad, no podemos salir de ella, forma parte de las actividades organizadas con motivo del Año Dual México-Alemania. Friedrich von Barries, cocurador, explicó que primero hubo que encontrar un tema de interés tanto para México como para Alemania, que resultó ser la movilidad. Luego, aceptar que Ciudad de México es una metrópolis tan grande y compleja que uno nunca podrá entender.

También hubo que reconocer que la movilidad en México empieza con la historia precolombina, así como la ecología de la ciudad, y significa mucho más que el traslado de un punto a otro en el transporte público. Las investigaciones dieron pie a siete diferentes facetas de dicha movilidad. Sin embargo, no se quiso tener simplemente una exposición temática dentro de un museo, sino proponer la reflexión sobre el tema dentro de varios espacios.

Entonces, fueron invitados siete artistas o grupos artísticos de Alemania para explorar diferentes ejes temáticos que se extendieron a otros espacios de la Universidad Nacional Autónoma de México como el Muca Roma, El Eco, el Museo Universitario del Chopo y el Centro Cultural Universitario Tlaltelolco.

El orden, una frágil conquista, de Vanesa Rivero, es un proyecto de dibujo e instalación in situ en el que la artista utiliza imágenes de diferentes épocas, fuentes y culturas para hacer asociaciones filosóficas y visuales sobre el modo en que el ser humano ha entendido su relación con la naturaleza.

Las ocho pinturas de gran formato de Tláhuac Mata, con el título Espacios de guerrilla, abordan espacios que hemos descuidado, en los que la presencia humana brilla por su ausencia.

La Casa del Lago se encuentra en la primera sección del Bosque de Chapultepec. Las exposiciones permanecerán hasta el 2 de julio.