Ciudad Ixtepec, Oax.

Migrantes centroamericanos refugiados en el albergue Hermanos en el Camino, fundado por el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, representaron por noveno año consecutivo el vía crucis del Jesucristo Migrante.

Con pancartas en mano, los manifestantes exigieron al gobierno mexicano detener la violencia que viven en la frontera sur y respeto a los derechos humanos.

Encabezadas por el padre Solalinde, un centenar personas caminaron varias calles hasta regresar al albergue.

Walter Mateo, originario de Honduras, llegó al albergue hace dos meses, 30 días des-pués de haber salido de su país, y se propuso para representar a Jesucristo.

Durante el recorrido, Solalinde Guerra dio lectura a las 14 estaciones tomadas del libro inédito El vía crucis del Migrante.

En la capilla del albergue, los participantes escucharon al sacerdote cuando explicó que el vía crucis de Jesús es el del migrante, de aquellos hombres, mujeres y niños que están refugiados y que jamás se cansan de luchar por lo que quieren.

Explicó que este mes ha disminuido el número de migrantes en el refugio; sin embargo, no se ha detenido por completo. Cada vez llegan más centroameri-canos, especialmente afroamericanos, con familias completas por que huyen de la violencia de sus comunidades.

En tanto, otros 200 centroamericanos que el 9 de abril partieron de la frontera sur de México, en el río Suchiate, demandaron alto a la represión, discriminación y violencia en su camino hacia y en Estados Unidos.

Con una gran cruz de madera y una manta que decía No + odio al migrante, los extranjeros arribaron ayer a la comunidad Chahuites; de ahí se dirigieron al municipio de Tapanatepec, donde cruzaron la estación del Instituto Nacional de Migración.

Al concluir su protesta, se dirigieron a Juchitán, donde pernoctarán, y este sábado se dirigirán al albergue Hermanos en el Camino. Su meta es llegar a Tijuana, Baja California.

El vía crucis del migrante 2017 fue organizado por colectivos como Movimiento Cultura Migrante y Pueblos Sin Fronteras, de origen estadunidense.

Margarita Arteaga, hondureña, lamentó que México no le haya brindado asilo y refugio a pesar de que vino huyendo de la violencia en su país.