No disfrutan, se sienten vulnerables y se comparan con otros: expertos
Viernes 14 de abril de 2017, p. 29
Para muchas personas, los periodos previos a las vacaciones pueden causar ansiedad, depresión e incluso pánico, debido a que detestan abandonar sus hogares, actividades profesionales o escolares, pues con ello tienen mayor tiempo libre para meditar, pensar en su situación y, por ende, pueden hundirse en un estado de mayor depresión
.
Afirmó lo anterior la sicóloga Yesie Romero Fernández, quien explicó que las personas que sufren este trastorno no disfrutan lugares paradisiacos, ya que se sienten vulnerables y contrastan su estado de ánimo con los vacacionistas que se ven felices y se la pasan bien. No sólo les disgusta el lugar, sino además corre el riesgo de que su sintomatología se agudice.
Otra situación que detona este padecimiento emocional, añadió la especialista, puede ser el trayecto a los lugares de recreo, ya que abordar un avión o desplazarse en autobús o vehículo les causa estrés e inclusive episodios de pánico.
De igual manera, para estas personas dormir en otro lugar que no sean sus hogares puede representar todo un problema emocional, porque simplemente no lo disfrutan.
Por otra parte, el doctor Guillermo Velázquez López, de la Clínica de Sicogeriatría del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, indicó que la depresión es el padecimiento mental más frecuente e incapacitante en mayores de 65 años, ya que repercute en la calidad de vida de los afectados y dificulta la atención de otros males asociados a ella.
De acuerdo con el especialista, la prevalencia en México de dicho trastorno está entre 15 y 17 por ciento de la población, y se trata de un problema complejo y multifactorial que se debe a condiciones sociales, culturales y ambientales que son modificables. Las principales son la estigmatización de la vejez, la discriminación y la percepción social negativa que se tiene de esta etapa, además de la pérdida de vigor, juventud, capacidad productiva y atractivo físico.
También influyen elementos como el retiro laboral, la partida de los hijos de casa, la muerte de familiares o del cónyuge, la presencia de enfermedades y el alto uso de fármacos, indicó Velázquez.
La depresión en estos pacientes tiene características distintas a los de otras edades, por lo que se requiere atención especializada con profesionales altamente capacitados, para prevenir incluso suicidios.