El rechazo del presidente Donald Trump al Acuerdo de París sobre cambio climático y las limitaciones que impuso a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) abrieron una oportunidad para el grupo de investigadores del clima que promueven tecnologías para enfrentar el calentamiento global, advirtió el Grupo ETC.

Estas innovaciones se ha discutido por años, pero pueden implicar más daños ambientales que soluciones, indica.

ETC apunta que alrededor de 100 científicos y elaboradores de políticas se reunieron en Washington el pasado 24 de marzo, invitados por investigadores de las universidades de Harvard y de California en Los Ángeles (UCLA) para discutir sobre el “entusiasmo creciente en torno a la tecnología de geoingeniería, conocida como ‘gestión de la radiación solar’, que promueve la posibilidad de bajar la temperatura global desviando la luz solar”.

Abrir la caja de Pandora, única alternativa ante el magnate

De acuerdo con Silvia Ribeiro, algunos de los participantes en esa conferencia piensan que la administración Trump podría apoyar experimentos sobre la manipulación del termostato global como plan B si los daños ambientales del cambio climático se vuelven inaceptables para los ciudadanos de Estados Unidos. Si en París estábamos preocupados por los gases de efecto invernadero ahora también debemos estarlo por las nuevas formas de contaminación de Trump en la Casa Blanca, consideró.

Estas tecnologías se han discutido por muchos años en forma teórica, pero el interés en investigarlas y ponerlas en operación ha crecido en la década reciente, y recibió un aliento inesperado en París a finales de 2015, cuando los gobiernos se comprometieron a mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2 grados centígrados antes de 2100.

Limitar el calentamiento global a máximo 1.5 grados debajo de los niveles preindustriales es un objetivo que el mundo entero, sobre todo las naciones más vulnerables, necesitan lograr desesperadamente; el problema es que el Acuerdo de París no incluyó la obligatoriedad de cortar las emisiones de gases en las medidas necesarias para alcanzar tal objetivo.

“Según algunos científicos, la única forma de bajar la temperatura planetaria, sin modificar la producción y consumo de combustibles fósiles, es abriendo la caja de Pandora de las técnicas de geoingeniería, que de forma artificial y temporal encubrirían el impacto que tienen las emisiones de gases de efecto de invernadero”, agregó Ribeiro.