Grupo México argumenta que se redujeron los niveles de metales pesados en el cauce
Se han gastado 62.5% de los recursos para la remediación, y faltan las obras más importantes
Miércoles 12 de abril de 2017, p. 29
Hermosillo, Son.
El Grupo México de Germán Larrea giró instrucciones para reducir de 27 a nueve las plantas potabilizadoras que se construirán para abastecer con agua limpia a los 25 mil habitantes de nueve municipios de las riberas del río Sonora, como se comprometió a raíz del derrame de 40 millones de litros de ácido sulfúrico a ese cauce en agosto de 2014, informó Wenceslao Cota Montoya, delegado de la Secretaría de Gobernación en la entidad.
Según el resultado de los estudios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), disminuyeron los niveles de metales pesados en las aguas del río, por lo que la empresa consideró pertinente y necesario reducir hasta una tercera parte el número de plantas.
Según los planes recientes anunciados por los directivos de Grupo México, continuó, serán siete plantas fijas y dos móviles las que se construirán en los municipios que determine la Conagua, que emprenderá un estudio para definir la demanda y necesidades de la población.
A casi tres años del derrame ocurrido en la mina de Cananea, perteneciente a Grupo México, que contaminó los ríos Sonora y Bacanuchi, el Fideicomiso Río Sonora (creado por la empresa) ha gastado mil 250 millones de pesos y le restan 750 millones de pesos para instalar las depuradoras con tecnología de ósmosis inversa. Es decir, ya se gastó la mayor parte del recurso y todavía no se construyen las obras más importantes: el hospital para atender a las víctimas y las plantas para abastecer de líquido para consumo humano o actividades productivas.
En septiembre de 2014, a un mes del mayor desastre ambiental en la historia de México, que afectó a nueve municipios de Sonora, el gobierno federal obligó a la compañía a constituir el fideicomiso con 2 mil millones de pesos, los cuales estaban al cuidado de Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Cuando la empresa creó el fideicomiso, el 17 de septiembre de 2014, la minera se comprometió a construir 36 plantas potabilizadoras (después las redujo a 27), remediar el río en su totalidad y construir un hospital, que se llamaría Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (Uveas), pero no ha cumplido todos esos compromisos y ahora anuncia la reducción del número de plantas potabilizadoras.
Grupo México sólo construyó una planta en Bacanuchi, el más afectado de los municipios que dependen de las aguas del río; sin embargo, ésta no se encuentra en operación debido a que ni la empresa ni el ayuntamiento se interesan en pagar los costos de mantenimiento.
El 21 de noviembre de 2016 se interrumpió el deficiente suministro del líquido por falta de energía eléctrica; el interruptor de la planta de diésel que provisionalmente hacía funcionar el equipo de ósmosis inversa fue desplazado sin explicación alguna.
En la edición del pasado 6 de agosto, La Jornada publicó que los químicos tóxicos que derramó la mina están presentes en el organismo de 99 niños, incluyendo a los hermanos Nicole y Alfredo Yáñez, de ocho y 10 años, respectivamente. Sus cuerpos presentan niveles de metales pesados altamente nocivos para la salud, principalmente aluminio, plomo, arsénico y cobre, según los análisis clínicos realizados por la Uveas.
Los principales problemas de salud que enfrentan los afectados por los tóxicos derramados al río son padecimientos dermatológicos, con 290 casos diagnosticados, según la Cofepris. Les siguen enfermedades gastrointestinales, con 18 casos confirmados; oftalmológicos, 17 casos, e incluso 12 padecimientos neurológicos generados por la intoxicación con metales pesados.
La mayoría de los afectados por la contaminación de Grupo México radican en los municipios de Ures, con 96 pacientes; Aconchi, con 73; Baviácora, con 63; Arizpe, con 53, y Banámichi, con 39. En total, son 360 enfermos que continúan expuestos al agua contaminada de los pozos alimentados por el río Sonora.
En cuanto a la edificación de la Uveas, los trabajos están paralizados; no tengo precisión de qué es lo que va a construir. Lo único es que el servicio de la Uveas de Ures continúa
, declaró el delegado de la Secretaría de Gobernación.
Cota Montoya detalló que existe la propuesta de Grupo México de brindar el servicio de salud sin terminar la instalación de la Uveas.