Política
Ver día anteriorLunes 10 de abril de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ante ataques se requiere una Iglesia valiente
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de abril de 2017, p. 8

Los crímenes en contra de sacerdotes constituyen una nueva persecución, cuyas características van más allá de la violencia física, acercándose a la difamación y calumnia para desacreditar, sin duda alguna, a la Iglesia y a sus ministros, aseguró el sacerdote Omar Sotelo Aguilar, director del Centro Católico Multimedial (CCM), organismo que elabora anualmente un reporte sobre las agresiones a religiosos en el país.

El sacerdote precisó que ante la actual situación de violencia se requiere de una Iglesia valiente, y añadió que frente a tanta barbarie, no podemos callar.

Señaló al semanario Desde la fe que ante el entorno existente se requieren pastores valientes y solidarios, con este pueblo grande, pero sufriente.

Sotelo Aguilar recibió el pasado 30 de marzo el premio nacional de periodismo en la categoría derechos humanos, por la investigación Tragedia y crisol del sacerdocio en México, el cual fue publicado en diciembre de 2016.

País peligroso para el sacerdocio

Sotelo Aguilar recordó que México es por noveno año consecutivo el país más peligroso para ejercer el sacerdocio, y añadió que con el homicidio de Felipe Altamirano Carrillo, cometido el 27 de marzo en Nayarit, suman 17 sacerdotes asesinados en lo que va del actual sexenio, igualando en 17 casos al de Felipe Calderón.

Expuso en entrevista que los asesinatos y secuestros de sacerdotes son un fenómeno lamentable, y llamó a que se tomen medidas para evitar más crímenes de esta envergadura.

Dijo que en lo que va del año dos sacerdotes han sido asesinados y otro religioso fue secuestrado.

El primer homicidio se cometió en enero y la víctima fue el presbítero Joaquín Hernández Cienfuetes, de la diócesis de Saltillo. Luego, a fines de marzo, se perpetró el asesinato de Altamirano Carrillo, sacerdote indígena de la prelatura del Nayar, y posteriormente Óscar López Navarro, de la diócesis de Tampico, fue plagiado y más tarde liberado.

Esperamos que esto se termine y que las autoridades pongan atención a estas situaciones. Deben ponerse a trabajar y tienen que renovar sus estructuras y sus formas de ejercer la justicia.

Añadió que la Iglesia ahora más que nunca debe seguir trabajando por la verdad y por el respeto a los derechos humanos, y los sacerdotes seguiremos trabajando y llevando el Evangelio a todas las partes en que sea necesario.