Cuál es la estrategia
l bombardeo que Donald Trump ordenó contra el gobierno de Bashar al Assad ha sido motivo de comentarios encontrados en la prensa y la opinión pública estadunidense. La justificación del bombardeo fue el alevoso ataque con gases que la aviación Siria propinó a una población civil, cuyo uso está prescrito por acuerdos internacionales debido al sufrimiento que inflige antes de causar la muerte. Trump declaró que se horrorizó al ver las fotografías que mostraban el padecimiento de los menores cuando eran atendidos por los servicios de emergencia. Fue el momento determinante para ordenar los bombardeos. Acorde con su costumbre, no podía dejar pasar la oportunidad de criticar a su antecesor, porque, según él, Barack Obama dejó crecer el problema en Siria debido a su negativa de atacar directamente al gobierno de Assad.
La opinión en la prensa es que el bombardeo fue justificado, pero también hay dudas sobre la efectividad del ataque, debido a que no se conoce hasta hoy la estrategia a seguir, si es que la hubiera. Para algunos, la situación tiene similitudes con la invasión de Irak perpetrada por George Bush hijo, lo que implica el peligro de mayor desestabilización en esa región. Para otros existe el peligro de confrontación directa con Rusia, más aún porque Vladimir Putin declaró que el ataque es violatorio de normas internacionales. Hay quienes lo consideraron ilegal, porque no solicitó permiso al Congreso de Estados Unidos. Por último, no han faltado quienes aseguran que es una cortina de humo para distraer de los problemas por los que atraviesa Trump dada la disfuncionalidad de su gabinete y la investigación sobre la posible colusión de algunos allegados en la injerencia rusa en las elecciones.
Puede que haya un poco de razón en cada una de esas críticas y opiniones, pero lo que no deja de ser sintomático y lamentable es que las acciones de la compañía que fabrica los cohetes subieron tan pronto se conoció la noticia de que fueron usados en el bombardeo.
No es descabellada la idea de que el ejército pudiera estar tomando un rol más activo en la política externa de Estados Unidos ante las vacilaciones de su comandante en jefe y su secretario de Estado. Una vez que Stephen Bannon fue desplazado por sus diferencias con Jared Kushner, el ubicuo yerno de Donald Trump, es posible una intervención más directa de Kushner en la política exterior y que, en tándem con los generales que rodean al presidente, tenga un rol más activo en la definición de la estrategia en esa área.