Las izquierdas
en su laberinto
Morena y PRD: trasvases
Santos políticos
Josefina: que siempre sí
os partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Regeneración Nacional (Morena) peleando más o menos por el mismo capital de votos que han tenido en otras elecciones, pero que ahora, dividido, se encamina al 2018: Morena, con aureola de gran ganador en la lucha contra el PRD que, sin embargo, pretende asegurar que aún se mueve. Andrés Manuel López Obrador convertido en imán de partículas perredistas originalmente repudiadas, pero ahora ya con el beneficio de la amnistía anticipada, mientras Miguel Ángel Mancera asegura que en tres meses tendrá proyecto presidencial (con Cuauhtémoc Cárdenas, Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo como posibles acompañantes).
El virtual candidato presidencial de Morena carga en domingo la tinta contra Margarita Zavala Gómez del Campo, a la que acusa de haber ido a Estados Unidos a pedir apoyo para que se frene a la izquierda
(es decir, el propio AMLO) y se dé vía libre al proyecto conyugal panista. En el Monumento a la Revolución se reúnen perredistas y ex perredistas que no tienen acomodo actual en la bocabajeada élite del partido de negro y amarillo. Los senadores que ya se sabía que se habían pasado a Morena. Ex delegados, ex funcionarios, ex diputados que dan el salto chapulinesco desde el PRD para ahora postular que viva el nuevo rey, moreno. AMLO dice que se está repitiendo la campaña del miedo en su contra, como en 2006 y 2012.
Un día antes, políticamente lánguida desde que se exhibió su acelerada y contradictoria prosperidad inmobiliaria y empresarial, Alejandra Barrales Magdaleno había encabezado una concentración masiva de perredistas en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México. Zócalo lleno, presumieron por diversas vías los directivos del sol azteca, mencionando que habían reunido unas 200 mil personas. El tapanco principal estuvo ausente de figuras de primer nivel (el más relevante, el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez), aunque hubo propaganda impresa y coros en favor de la candidatura presidencial de Miguel Ángel Mancera, quien no estuvo presente.
La intención discursiva de la endeble directiva actual del PRD resultó una especie de autoflagelo involuntario: insistentes fueron las negativas que, a fin de cuentas, parecieron confirmar justamente lo negado: no va a desaparecer el partido, no está débil el sol azteca, no son importantes los que se fueron a otro partido, no podrá cambiar México sin esta izquierda
, no nos vamos a rajar...
En Nuevo Laredo, en un acto de aniversario del diario El Mañana, la escritora Elena Poniatowska preguntó a Andrés Manuel López Obrador: ¿te consideras un socialista guadalupano?
A lo que el tabasqueño respondió: Soy cristiano. En la expresión amplia de lo que significa el cristianismo. Soy un seguidor de la vida y de la obra de Jesús Cristo. Porque Jesús Cristo luchó en su tiempo por los pobres, por los humildes, por eso lo persiguieron los poderosos de su época. Lo espiaban y lo crucificaron por defender la justicia. Soy en ese sentido un creyente
. También explicó, respecto del menor de sus hijos: “Fue una bendición la llegada de Jesús. Se llama Jesús, por Jesús Cristo, y Ernesto, por Ernesto Che Guevara” (https://goo.gl/L3qqnk).
La periodista Katia D’Artigues, en su programa Katia 360, que se transmite por Azteca Trece, preguntó a Delfina Gómez, la profesora que aspira a gobernar el estado de México, cuál libro habría puesto a leer a Enrique Peña Nieto y a Eruviel Ávila si hubieran sido sus alumnos: “Les hubiera puesto a leer Tlacaelel, de Antonio Velasco Piña, sobre todo porque te habla de las características de un gobernante” (goo.gl/utay8G ). Autor también de Regina, un libro polémico, como toda la obra de Velasco Piña, éste señaló en 2012, entrevistado por Arturo Jiménez en La Jornada, que es necesario recuperar la fe en la oración. Estamos en una época muy materialista en la que se considera que esto no funciona, pero si somos justos, a través de la historia hemos visto que sí
(https://goo.gl/ytTgC6 ).
Y, para cerrar estas referencias tan adecuadas para la Semana Santa, Felipe Calderón Hinojosa, luego de intensas semanas de comentarios muy adversos en su contra por diversas declaraciones en las redes sociales, ayer recurrió de nuevo al espacio del pajarito azul: “Domingo de Ramos: Isaías: 50, 6. ‘Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla... No aparté mi rostro de los insultos y salivazos’”. No se olvide que Calderón se asignó, la última tarde en que ocupó Los Pinos, la facultad discrecional de contar con más elementos del Estado Mayor Presidencial que sus antecesores, para así comisionarlos
a su servicio familiar o de quienes él considerara que deberían tener militarmente protegido algo más que las espaldas y las mejillas.
Josefina Vázquez Mota va de mentira en mentira: primero se dijo exonerada por la Auditoría Superior de la Federación, cuando apenas hay un reporte preliminar de indagaciones, ya con señalamiento de irregularidades; luego quiso ampararse en la carta de un ex director del Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME), quien estaría avalando
los buenos manejos de Josefina respecto de más de mil millones de pesos, y ahora, pillada con pruebas documentales de que se benefició con viáticos, boletos de avión y pago de chofer, ha revelado que siempre sí recibió dinero, pero como colaboradora sin sueldo del citado IME, para hacer estudios
de campo en Estados Unidos.
Y, mientras la guerra mafiosa en el estado de Morelos ha alcanzado ahora a la Feria de Cuernavaca 2017, cuyos palenques han sido cancelados, luego del asesinato del organizador de dicha feria, Juan Manuel García Bejarano (a estas alturas, todo causa impacto, para bien o para mal, en las cuentas políticas de los principales contendientes, Graco Ramírez, desgobernador en busca de continuidad en el siguiente sexenio, y Cuauhtémoc Blanco, ayer y ahora manejado como figura popular por representantes de densos intereses), ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx