Dura, muy difícil y no apta para todo público. Así calificó el curador Rafael Barajas El Fisgón la exposición Una crónica de la nota roja en México: de Posada a Metinides/Del Tigre de Santa Julia al crimen organizado, integrada por impresos, fotografías, videos y obras artísticas, que alberga el Museo del Estanquillo: colecciones Carlos Monsiváis.

No se permite la entrada a menores, embarazadas y personas con problemas cardiacos. No es un problema de censura, sino que cuidamos a nuestro público, porque hay imágenes muy violentas. A pesar de los retos del tema, se logró una exhibición sólida, rigurosa, que se sostiene por su calidad artística, por su relevancia histórica y porque es una reseña visual notable de un género importante en México.

Barajas aceptó, no obstante, que nunca había organizado una exposición que me provocara un conflicto ético de fondo. Sin embargo, es una curaduría basada en los pensamientos que tenía Carlos Monsiváis sobre el tema. El periodista y ensayista poseía una mente sumamente compleja; le interesaban todos los temas, desde la filosofía hasta las caricaturas, desde la alta política hasta los chismes de barrio.

Monsiváis hizo varias crónicas sobre la nota roja y coleccionó materiales al respecto. En una de las últimas partes que catalogó entre sus extensas colecciones hay una sección dedicada a la fotografía, la cual arrojó gran número de imágenes de época de la nota roja, además de un apartado del trabajo de Enrique Metinides, uno de los profesionales del fotoperiodismo policiaco más destacados del mundo, acotó El Fisgón, a quien Monsiváis conoció, trató y cuya obra coleccionó.

A Barajas, entonces, le pareció impostergable realizar una exposición sobre un tema nunca abordado en México: la crónica de la nota roja. Pero, también en la medida que nos hemos convertido en un país de nota roja. La curaduría, no obstante, se basa en los pensamientos que tenía Monsiváis sobre el tema, ya que planteaba que la historia de la nota policiaca en México corre en paralelo con la de la nación.

La muestra abarca desde el asesinato del comerciante Juan Dongo y su familia en 1789, suceso que recogió Vicente Riva Palacio en El libro rojo, pasando por el fusilamiento de Maximiliano en el cerro de las Campanas, hechos de la Decena Trágica, pasando por el homicidio de Álvaro Obregón hasta el magnicidio de Luis Donaldo Colosio. También están las autoviudas y la vida en Lecumberri, hasta llegar a la historia del crimen organizado, hoy día.

Esta lectura de la historia de la nota roja en México incluye desde José Guadalupe Posada hasta Metinides y algunos fotógrafos contemporáneos, entre ellos del diario La Jornada, que nos prestó fotos. También hay una pieza de Teresa Margolles acerca de los narcomensajes.

Presente en la rueda de prensa, Metinides, quien empezó a sacar fotos de la nota roja desde que tenía nueve años de edad, recordó que antes la policía era muy amiga del periodismo. Me extraña mucho cuando me platican que ahora no dejan a la prensa acercarse a la escena del crimen. Incluso, los han llegado a detener.

El Museo del Estanquillo se ubica en Isabel la Católica 26, Centro Histórico.