Por primera vez en al menos una década, el Ejército Mexicano permitió que Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas fueran observadores en el proceso de erradicación de sembradíos de amapola, un paso para profundizar la cooperación en el combate al tráfico de heroína, señalaron autoridades.

Esto pondría a México en línea con otros países productores de drogas, como Afganistán, Colom-bia y Perú, que han estado muy involucrados con las Naciones Unidas en tareas de erradicación.

Los militares esperan obtener mayor crédito en casa y en el extranjero por su trabajo, así como despejar dudas en Wa-shington sobre la calidad de sus datos y el éxito de sus programas para la erradicación, dijeron funcionarios.

La semana pasada, el Ejército llevó a militares de Estados Unidos, a funcionarios de la embajada de ese país y de las Na-ciones Unidas al corazón de la producción de heroína en México para ser testigos de la destrucción de campos de amapola. El viaje de observación se llevó a cabo en el denominado Triángulo Dorado, zona clave para la siembra y trasiego de drogas controlada por el cártel de Sinaloa, que dirigía el extraditado capo Joaquín El Chapo Guzmán.

Funcionarios explicaron que el Ejército estudia adoptar, a mediados del año, un sistema de hardware y software desa-rrollado por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Onudi), que permi-tiría a los soldados enviar datos sobre plantaciones destrui-das en tiempo real.

El despliegue del Ejército coincide con las conversaciones bilaterales de alto nivel entre México y la administración del presidente Donald Trump sobre cómo frenar el flujo de heroína hacia Estados Unidos, así como de armas y dinero desde el sur de este país hacia México.

Los esfuerzos de Washington por mejorar las relaciones con el Ejército Mexicano y apoyarlo en la erradicación de cultivos datan del año pasado, cuando el jefe de las operaciones antinarcóticos del Departamento de Estado estadunidense, William Brown-field, dijo al Congreso que la prioridad era destruir los campos de amapola, materia prima para fabricar heroína.

Según las fuentes, el Ejército preparó el viaje para ganar mayor credibilidad con el gobierno esta-dunidense sobre el avance de México en la erradicación.

La visita al Triángulo Dorado coincidió con el anuncio de Trump de implementar una fuerza especial de trabajo para hacer frente a la epidemia de consumo de heroína, droga cuyo uso se quintuplicó en la década pasada en Estados Unidos.