or primera vez, los madrileños pudieron pronunciarse directamente sobre un gran proyecto urbanístico que prioriza a los peatones y los árboles en una plaza emblemática de la capital española.

Luego de una masiva campaña denominada Vota sí, vota no. Haz historia, unos 212 mil madrileños participaron en la consulta, de los 2.7 millones de habitantes mayores de 16 años que podían hacerlo. Un experimento que generó polémica, entre otras cosas, por su nivel de representatividad y su costo de un millón 100 mil euros.

Esta iniciativa demuestra que hay muchas formas de ejercer la democracia y que todas son compatibles entre sí, aseguró la portavoz del ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre.

Para la transformación de la Plaza de España ganó el proyecto llamado Bienvenida madre naturaleza, con 54.19 por ciento de los votos, frente a una segunda propuesta, que obtuvo 30.06.

El proyecto prevé plantar mil árboles y cubrir de césped zonas por las que actualmente transitan vehículos, lo que permitirá reducir el paso de unos 60 mil autos al día; así como cambiar la estatua de El Quijote, ubicada en el centro de la plaza, y rodear el monumento con surtidores de agua.

Los dos proyectos finalistas fueron selecciones de entre más de 70 propuestas iniciales, sobre las que los ciudadanos ya se habían pronunciado en una primera vuelta. En la consulta ciudadana, los madrileños también votaron para que sean ampliadas las aceras de la Gran Vía y sobre otros proyectos de varios distritos.

Madrid se inspiró principalmente en la democracia directa de Suiza y de su sistema de iniciativas populares y referendos. Además, la capital española creó un departamento de participación ciudadana, dirigido por Pablo Soto, pionero en España de software para compartir música.

Afp y Dpa