Los resultados no son producto de la casualidad, sino del trabajo, afirma contundente Jorge Castro, presidente de la Federación Mexicana de Esgrima (FME), en torno de las medallas de oro y bronce obte- nidas por Natalia Botello en el Mundial de Cadetes y Juvenil en Povlid, Bulgaria.

Ayer el equipo femenil de sable que encabeza la campeona mundial de 14 años de edad, con Julieta Toledo, Kim Escamilla y Abigail Valdez, se impuso por 45 toques a 37 al representativo de Uzbekistán y se colocó entre los ocho mejores.

Este domingo, las mexicanas enfrentarán a las chinas Ying Fu, Yiqi Guo, Yinglia Ma y Yutling Zhong, quienes en su oportunidad vencieron 45-35 a Japón, para seguir en la gráfica y meterse en la zona de medallas, donde también estarán Francia, Rusia, Hungría, Italia, Polonia y Estados Unidos.

Para el directivo de la FME, los resultados –hasta el momento– que han tenido las mujeres forma parte de la escuela de sable de los recientes años en la formación y desarrollo en las fuerzas infantiles, que son las canteras de cadetes, juveniles y primera fuerza; sin embargo, esa división de talentos tiende a desaparecer en la Olimpiada Nacional, advierte con preocupación.

Asegura que una vez integradas las selecciones se les da el respaldo económico para las competencias en el extranjero y cuando algún deportista busca los recursos por su cuenta, aclara, la federación les rembolsa el dinero, como fue el caso de la bajacaliforniana Natalia Botello, quien vendió camisetas para ir al selectivo nacional (en Hidalgo, en enero) y ganó el boleto al Panamericano de La Habana, Cuba, en la que obtuvo dos doradas, en febrero pasado.

“Tenemos muchísimo potencial. Son cosas que hay que ir construyendo y abrir los ojos a las propias autoridades y directores técnicos en un deporte que es difícil de entender.

Hemos trabajado bien y los resultados están a la vista, además de lo hecho por Julieta Toledo y Tania Arrayales en mundiales anteriores y por primera vez en la historia clasificamos a ocho en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (2016) con un equipo femenil, que terminó séptimo. Fuimos la tercera federación del país y la quinta del mundo que llevó el mayor número de competidores a Brasil, enfatiza Castro, quien se encuentra en el certamen búlgaro.

En la rama varonil, el equipo de florete, integrado por Diego Cervantes, Juan Carlos Delgado, Bernard Kunz y Diego Marroquín, se colocó en el sitio 21, al sucumbir 36-45 frente a los holandeses Job de Ruiter, Daniel Giacon, Elisha Yuno y Edo Zoons.