En materia de derechos de los adultos mayores la Constitución de la Ciudad de la México es de avanzada porque incluye elementos novedosos para una legislación, como los cuidados paliativos y el derecho a una vida digna, aseguró la especialista en envejecimiento, Sandra Huenchuan Navarro, de la Comisión Económica para América Latina (Cepal). Eso ya marca una diferencia en general con el resto de los países de la región, acotó.

En entrevista aclaró que si bien se ha incluido el derecho al bienestar en otras constituciones, esto es distinto al cuidado, en particular el paliativo, que es el que se incluye en la Carta Magna capitalina.

Invitada por el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México a participar en el foro Los derechos de los adultos mayores: políticas públicas integrales para una nueva realidad en el país, Huenchuan Navarro advirtió que ahora se requiere hacer una amplia labor de promoción de los derechos de las personas mayores.

Hoy día tenemos a un sector de adultos mayores que puede ser activo y aprovechar los beneficios que le dan u otorgan, pero hay otro que no sólo no los conoce, sino que su autonomía es tan frágil que no puede acceder a ellos, externó.

Por lo que recomienda retomar algunas de las prácticas que se tuvieron en años anteriores en el Gobierno de la Ciudad de México y en el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores local a fin de colocar de nuevo a este sector de la población como protagonista de esta urbe. Por una muerte sin dolor

En su opinión, las condiciones están dadas para reflexionar sobre temas que son importantes para la Ciudad de México y que tienen que ver con la muerte digna, la cual, explicó, para la Cepal significa: Vida con dignidad hasta el final de los días.

Enfatizó que la muerte no debe ser con dolor y que se tienen que proporcionar todos los cuidados paliativos necesarios para que la persona mayor viva en las mejores condiciones el momento de la agonía, de la cercanía del fallecimiento.

Huenchuan Navarro aceptó que esto puede generar confusión y pensar que se deben aprobar leyes que permitan el suicidio asistido; empero, remarcó, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores y las políticas nacionales de vejez, es muy clara y plantea que los cuidados paliativos no adelantan ni retrasan la muerte, afirman la vida. Ese es el punto esencial en el que tenemos que trabajar hoy día”, resaltó.

Sandra Huenchuan Navarro, especialista de la Cepal en envejecimiento, anunció que en junio el organismo realizará una conferencia regional intergubernamental sobre el temaFoto Marco Peláez

Consideró que la Ley de Voluntad Anticipada es una herramienta que puede ser muy valiosa si es bien empleada.

Apoyada en resultados de las investigaciones que ha realizado y en estadísticas, afirmó que en la Ciudad de México esta legislación es poco conocida y utilizada, es un tema tabú, en el que la población no está educada, y comparó lo que sucede en Estados Unidos, donde incluso se tiene un registro en línea de voluntad anticipada.

En la región sólo Cuba y Argentina cuentan con una ley en la materia, expuso.

La especialista prepara un documento base donde se incorpora el tema de muerte digna, desde la perspectiva del derecho a la vida, que es lo que plantea la Organización de Naciones Unidas, el cual presentará en la cuarta conferencia regional intergubernamental sobre envejecimiento y los derechos de las personas mayores, que se realizará del 27 al 30 de junio en Asunción, Paraguay.

Detalló que hace cuatro o cinco años la Cepal prendió focos rojos en el tema de cuidados paliativos.

Hoy día es un tema que gana lugar, pero hay que fortalecerlo, por eso será un punto a tocar en junio, añadió.

Huenchuan Navarro indicó que se requiere hacer un trabajo a nivel de estructuras de gobierno para determinar cómo se incorporan y abordan los cuidados paliativos.

En la actualidad son pocos los países donde el cuidado paliativo no choca con el curativo, lamentó.

La investigadora admitió que es una necesidad que revela desigualdad, porque quienes más recursos tienen se pueden asegurar mejores cuidados. Es ahí donde debe intervenir el Estado para igualar la atención.